#VivasNosQueremos #NiUnaMenos
Este 19 de octubre activistas de Latinoamérica y de España convocaron a un paro de actividades después del asesinato de Lucía Pérez, de 16 años, en Argentina, quien murió por paro cardiaco producido por el empalamiento anal que le practicaron sus agresores y por las grandes dosis involuntarias de cocaína que le introdujeron en el cuerpo.
Que si los conocía, que si eran amigos, que si eran sus dealers, igual nos viene valiendo madres, porque he escuchado historias de mujeres golpeadas, sobajadas, asesinadas y violadas hasta por sus propios esposos. Si era su novio, el tipo de la tienda, el chofer, su papá, su primo, su padrote, quien fuera: NADIE tiene la decisión de terminar con una vida.
Y como México vive una realidad similar en la que los muros de Facebook de las personas ya no tienen memes, sino imágenes de Alerta Amber, mensajes de «se busca» o de recomendaciones para no transitar por colonias «peligrosas», además del inigualable tacto de las autoridades incompetentes que se limitan a hacer recomendaciones para que tu hija adolescente no huya de tu casa:
Porque una ya ni eso puede hacer en este país, caray, salirte de su casa, porque tanto puedes sufrir los riesgos arriba mencionados y que piensen que ya no estás viva, como vivir con el miedo. Eso sí, si te pasa algo, fue tu culpa. Siempre es nuestra culpa.
Y es que hasta octubre 15 de este año tan sólo en el Estado de México ocurrió el feminicidio número 207 y el conteo aumenta casi cada día. Es por ello que la población en algunas ciudades del país se unirán a este paro de actividades de 13:00 a 14:00 horas y además se reunirán en protesta a las 17:00 horas en el Monumento a la Revolución, en la Ciudad de México.
En Argentina se planeó que las mujeres dejen de trabajar a las 13:00 horas y se haga una reunión en el obelisco de Buenos Aires.
A la marcha mexicana se sumarán también consignas por el asesinato impune de diez mujeres transgénero y transexuales en la Ciudad de México, a pesar que las cifras oficiales dicen que son cuatro. No pueden pasar por desapercibidos.
En este párrafo podría poner muchas cifras alarmantes que expliquen cómo los últimos dos siglos en México las mujeres han sido abusadas humilladas y asesinadas. También podría poner el nombre de alguna de ellas, su futuro prometedor, su historia terrible y el dolor que vivieron al final los suyos. Pero importa también que ese número en ascenso y ese nombre no sea el tuyo o el de alguien que conoces. Es más, que ni siquiera sea el de alguien que no conoces.
A la sociedad le hace falta ponerse en los zapatos de cualquier mujer y considerar que bajo esta condición en México ya no puedes planear tu vida y al parecer ni tu muerte porque hay gente ajena a ti tiene otros planes para ella.