En declaraciones dadas a las autoridades, los padres declararon que lo ocurrido a la niña fue un accidente.
“Frida, ayúdame a que le hagan justicia a esta nena”, me dijo una mujer que me contactó, harta de que asesinen a nuestras niños y niños.
Por seguridad no revelaré cómo llegó esta información a la persona que me contactó, pero lo que vi heló mi corazón: el cuerpo de una bebé de aproximadamente un año de edad, pelo corto, piel blanca y golpes en el rostro.
Alexa tenía un año y seis meses de edad. Era la hija de Miriam, quien se dedicaba al estilismo en León, Guanajuato. En agosto de 2018, Miriam comenzó una relación de noviazgo con Rodrigo, según lo que declaró a las autoridades. Rodrigo trabajaba como chofer para una empresa, también en León, y viajaba entre el estado de Guanajuato y Aguascalientes.
En declaraciones dadas a las autoridades, ambos declararon que lo que le ocurrió a la niña fue un accidente que supuestamente sufrieron el 26 de septiembre de 2018. Ambos afirmaron que la niña se había caído.
Según lo que relataron, Miriam acompañó a Rodrigo a hacer una entrega a Aguascalientes el 2 de octubre. Mientras regresaban a León, se percataron que Alexa ya no respiraba, por lo que se detuvieron en una caseta para “solicitar” el apoyo de una ambulancia. Los paramédicos sólo confirmaron que la niña no presentaba signos vitales. Miriam y Rodrigo ya no se acercaron al cuerpo de la pequeña. Al no tener pruebas en ese momento, la pareja no fue detenida y Alexa fue sepultada. Miriam y Rodrigo desaparecieron después de sepultarla.
El 15 de octubre me llegaron las imágenes de una pequeña que había sido asesinada; una bebé con un sinfín de huellas dolorosas en su cuerpo que revelaban el daño que sufrió ese año y medio de vida. Alexa fue diagnosticada con el Síndrome de Maltrato Infantil. Después de ver esas imágenes, realicé algunas llamadas para pedir apoyo con el objetivo de encontrar y detener a los responsables.
Tenía que haber redactado esta columna muchos días atrás. Sin embargo, debía esperar, ya que luego de esa primera llamada, la Fiscalía nos hizo saber que habían encontrado datos que llevaban a suponer que Rodrigo había violado a Alexa. La necropsia reveló la verdad: múltiples hematomas distribuidos en toda la cabeza, columna vertebral cervical con fractura, la costilla derecha presentaba fracturas, el hígado presentaba estallamiento y la revisión ginecológica determinó que hubo violación anal.
Los días 2 y 3 de noviembre, Miriam y Rodrigo fueron detenidos, después de que les fincaran responsabilidades por el feminicidio de Alexa. Hoy los familiares de Miriam la defienden a capa y espada. Tal vez hoy Alexa no tenga justicia, como cientos de familias que necesitan paz en el corazón. Alexa, es una bebé más, una niña más por quien nadie exige justicia. Una bebé que sólo debió ser amada, cuidada y protegida para que nadie la lastimará. Llamados vienen y van para evitar que nuestras niñas, bebés como Alexa, sigan siendo asesinadas. La respuesta sigue sin llegar.
Si sabes de alguna víctima de feminicidio, desaparición o intento de feminicidio, búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.