¿Hay micromachismos en el trabajo?
El neomachismo o micromachismo es entendido como actitudes sutiles o imperceptibles de violencia de género que se desarrollan en la cotidianidad, este tipo de violencia también es conocida como “violencia de baja intensidad “. Por lo mismo, al no ser catalogados como una forma de violencia directa se vuelve tan difícil detectarlos y frenarlos.
En una sociedad que de forma paulatina se ha vuelto más intolerante ante la violencia de género, los micromachismos son una forma de introducir la violencia de forma discreta.
En cuanto al ámbito laboral, es muy común detectar este tipo de actitudes violentas día a día; interrupciones en las reuniones de trabajo, “olvido” de méritos y propuestas, invisibilidad en conferencias, infantilización y prepotencia son algunas de las actitudes que contribuyen y perpetúan la discriminación.
De acuerdo con un estudio realizado por la revista Psychology of Women Quarterly, las actitudes de violencia pasiva como los micromachismos son igual de dañinas que la violencia directa, como el acoso sexual.
Esta conclusión se fundamenta a partir de el daño a corto y largo plazo, en este sentido, se le ha otorgado una especial importancia a erradicar ese tipo de violencia, mientras que la violencia pasiva y cotidiana es fácilmente ignorada.
Tipos de micromachismos en el trabajo
- División sexual del trabajo; sí, puede que esta afirmación suene muy S.XX, sin embargo aún en la actualidad se puede percibir este tipo de actitudes al perpetuar posiciones laborales “femeninas” y masculinas. Tal es el caso de las asignar puestos de asistencia o “servicial” a las mujeres.
- Menores sueldos en puestos de la misma categoría; de acuerdo con el CONAPRED, en México los hombres ganan 34% más que las mujeres por realizar tareas similares.
- Dificultad de acceso a puestos de mayor nivel.
- Asignación de tareas menos cualificadas.
- Trato verbal discriminatorio; referirse a los hombres por apellido y a las mujeres por nombre de pila, por ejemplo.
- Mayores dificultades en sectores masculinizados.
Estas son algunas de las expresiones de violencia de género que podrían ser catalogadas como “violencia de baja intensidad”, entre más fácilmente logremos identificarlas más fácilmente lograremos revertirlas.