Fernanda, de 17 años, fue asesinada a golpes el 26 de agosto de 2018 y su cuerpo fue dejado desnudo sobre un andador en la colonia CTM Risco, en la Alcaldía Gustavo A. Madero. El testimonio de tres jóvenes permitió establecer que la joven asistió a una reunión en un inmueble ubicado muy cerca de la casa de su padre y que fue agredida por un sujeto identificado como Mario “N”, la madrugada del domingo 26 de agosto.
El 11 de octubre de 2018, dos meses después del crimen, elementos de la Procuraduría capitalina detuvieron por medio de una orden de aprehensión a Mario “N”, quien fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio. Pero a un año del crimen, el presunto feminicida no ha sido sentenciado.
Claudia Fernández, mamá de María Fernanda, así como familiares y amigos exigieron un juicio sin errores y pidieron que Mario “N”, el presunto responsable, sea castigado conforme a la Ley.
Una misa de honor se celebró este domingo con motivo del primer año del feminicidio de Fernanda; también se elaboró un memorial y se organizó una marcha en las calles de la colonia CTM Risco.
Familiares, conocidos y amigos de la menor María Fernanda Cervantes Fernández, estudiante de la Licenciatura de Criminalística en la Universidad de Ecatepec, realizaron una marcha en honor a la joven para exigir justicia, al cumplirse un año de su feminicidio en la Ciudad de México.
Claudia, madre de la víctima, señaló que este primer año del asesinado de Fernanda ha sido un proceso muy difícil y duro para ella y su familia.
“Ha sido el año más triste de mi vida porque perdí a mi hija la más chica. He andado como no tiene una idea, pidiendo justicia para allá y para acá, es una pérdida muy grande que ha sido irreparable. Es triste pero no voy a parar de exigir justicia”, dijo la mujer.
QUERÍA SER CRIMINALISTA
María Fernanda cursaba el tercer semestre en la Licenciatura de Criminalística en la Universidad de Ecatepec. Claudia platicó que la universitaria también era una joven muy deportista: tenía el grado de cinta negra en taekwondo y regularmente asistía al gimnasio ubicado en el mismo edificio donde trabaja la madre.
“Su sueño era terminar su Licenciatura en Criminalística. Era una chica muy seria, no se metía en problemas, casi no salía a fiestas. Era demasiado tímida”, narró.
María Fernanda vivía con su madre en Ecatepec, Estado de México, pero los fines de semana los pasaba en casa de su padre, ubicada en la colonia en la Alcaldía Gustavo A. Madero. “El sábado su padre mandaba por ella y hasta el domingo regresaba conmigo”.
El viernes 24 de agosto de 2018, María Fernanda salió de casa de manera normal rumbo a la vivienda de su padre. “Esa fue la última vez que la vi”, recordó Claudia. La menor de tres hijos llegó con bien a casa de su padre y ahí estuvo hasta el sábado 25.
Ese día salió en la noche, relató la madre, “le pidió permiso a su papá para salir a la tienda, que está en la esquina de la casa. Él le dio permiso y ella salió, pero ya no regresó”.
La hermana mayor de la universitaria, al ver que ya había transcurrido el tiempo y no regresaba a casa, le marcó y ella le contestó que iba de regreso; pero no fue así.
Fue hasta la madrugada del domingo 26 de agosto cuando se halló el cuerpo de María Fernanda en un andador de la colonia. La víctima tenía múltiples golpes en la cara y cuerpo, y estaba totalmente desnuda.
Medios de comunicación que reportaron el hallazgo indicaban que los vecinos colocaron una sombrilla para tapar un poco el cuerpo porque estaba irreconocible.
“Mi hija estaba desnuda por completo en un andador. La golpearon en todo el cuerpo”, añadió Claudia. Una ambulancia llegó al lugar para trasladarla a un hospital, pero la jovencita murió en el trayecto. Claudia fue notificada que la menor había aparecido en un hospital el domingo por la noche, pero “no me habían dicho que ella había fallecido, hasta que llegué al hospital”.
EL IMPUTADO
El testimonio de tres jóvenes permitió establecer que María Fernanda asistió a una reunión en un inmueble ubicado muy cerca de la casa de su padre y que fue agredida por un sujeto identificado como Mario “N”, la madrugada del domingo 26 de agosto.
Claudia Fernández comenta que su hija al parecer estuvo en esa reunión hasta las 3 de la mañana, cuando tomó sus cosas y dijo que ya se retiraba.
“El tipo estuvo con ella hasta las 3, más o menos, no sé decirle horas exactas porque yo no estuve. Dicen que mi hija se salió y que este sujeto se salió con ella, que porque supuestamente la iba a dejar a la casa de su papá”.
Claudia narró que, de acuerdo a los datos proporcionados por testigos, el hombre regresó a la reunión sudoroso, despeinado y nervioso.
“Los muchachos le preguntaron que si ya había ido a dejar a la niña (a sí se referían a María Fernanda), y él les respondió que sí”. Pero en ese momento sonó el teléfono de la menor en el pantalón del hombre, era una de las llamadas que hacía la hermana mayor de María Fernanda, cuando estaba buscándola.
Los jóvenes que estaban en la reunión cuestionaron al sujeto por qué traía el teléfono de la menor, y él aseguró que ella se “había echado a correr y se lo había dado”. Después, el hombre sólo agarró su teléfono, porque lo había dejado cargando en la casa de los chicos y se retiró.
“Cuando los chicos se enteraron de que una niña había aparecido golpeada y desnuda, fueron a declarar”, comenta la mamá de la jovencita.
El año pasado, en promedio, cada dos horas con 45 minutos fue asesinada una mujer en México. Con un total anual de 3 mil 580 muertes violentas –de las que sólo 834 son investigadas como feminicidios–, el número de asesinatos contra mujeres perpetrados, entre ellos el de María Fernanda, subió a nivel nacional 9.41 por ciento, en comparación con 2017, cuando se reportaron 3 mil 272 casos y sólo 735 de estos se indagan como feminicidios, de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
LAS INVESTIGACIONES
El 11 de octubre de 2018, dos meses después del crimen, elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CdMx) detuvieron por medio de una orden de aprehensión a Mario “N”, quien fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.
Sin embargo, Claudia Fernández considera que las autoridades no han atendido el caso con seriedad y celeridad, pues acusó que hay muchas negligencias en la investigación.
“Detuvieron al presunto responsable, pero hay algunas cosas que todavía están en investigación. Yo lo que quiero es que no vaya a salir libre”, exigió.
La madre de María Fernanda ha dicho que al imputado le encontraron el teléfono de la joven y la chamarra que él traía estaba llena de sangre. El celular fue reconocido por la mamá, sin embargo, la mujer recriminó que no son contadas como pruebas sólidas contra él.
“A las chamarras les hicieron unos peritajes para el ADN, pero que supuestamente no sacaron nada. El teléfono de mi hija ya no tenía nada, eso me dijeron, que ya no tenía nada de información, que le hicieron el peritaje al teléfono y que según esto no tenía nada”.
En la carpeta de investigación se mencionó que hay testigos que vieron al hombre con la víctima. “Son tres testigos, y uno de ellos la vio atacándola, vio que cuando salieron de la reunión él la iba agarrando de los cabellos”, dijo Claudia.
Pero la mujer teme que los testigos no concluyan el proceso porque “ha habido amenazas de los familiares de él hacía los testigos”.
EN ESPERA DE JUICIO
La madre de Fernanda explicó que el proceso está en espera de juicio oral, pues recién concluyó la etapa intermedia donde cada una de las partes presentó sus respectivas pruebas y evidencias.
El imputado, narró la madre, presentó varias pruebas de descargo “pero sus pruebas no coinciden”.
Claudia agregó que está pendiente la apertura de juicio oral, del cual aún no hay fecha programada.
“Lo importante será en el juicio oral, para ver cómo nos va, porque ese hombre se está defendiendo con todo, siendo que a él le encontraron el celular de mi hija. Su mujer declaró que esa noche él había llegado lleno de sangre, estuvo en la fiesta. ¿Por qué aún él se dice inocente?, si tenemos las suficientes pruebas para vincularlo, y él sigue diciendo que no fue”.
La madre destacó que no puede dar muchos detalles del proceso. Sin embargo, dijo que espera que se desarrolle un proceso apegado a derecho y que el imputado sea sentenciado con todo el peso de la ley.