Tuvieron que pasar cuatro años y seis meses para que la familia de Diana Velázquez Florencio, víctima de feminicidio, lograra “un pedacito de justicia” con la condena de 93 años de prisión contra Jesús Alejandro Montes, culpable de arrebatarle la vida a la joven de 24 años durante la madrugada del 2 de julio del 2017, en Chimalhuacán, Estado de México.
“(El veredicto) no es nada tranquilizador, mucho menos hay alegría en la casa, tal vez se piensa que ya nos quedamos en paz, que llegó la tranquilidad a nuestra casa, pero desgraciadamente eso no pasó”, recalca Lidia Florencio, madre de Dianita, como le dice.
Para la señora Florencio —quien desde aquel trágico domingo en el que desapareció su hija ha salido a protestar a las calles, se ha parado en una infinidad de ocasiones en el Ministerio Público y fiscalías, y quien incluso acampó por días afuera de Palacio Nacional— el feminicidio de su hija no tiene completa justicia, pues el culpable de violarla sigue libre y, peor aún, no ha sido identificado.
“Nos sentimos igual. Nos quedamos con ese pedacito de justicia que le arrebatamos al poder Judicial y a todas las autoridades ya que sabemos que ya, tal vez, ese sujeto nunca más va a salir y que nunca más una mujer va a ser asesinada en sus manos.
“Eso es lo más positivo que se puede obtener de esto. Porque ellos dicen que es una justicia, yo no creo, lo justo es que mi Dianita estuviera con nosotros”, subraya.
Por el caso, la fiscalía mexiquense determinó que el responsable del feminicidio de Diana fue Jesús Alejandro, quien operaba un moto taxi por la zona de la calle Francisco I. Madero, cerca del Centro de Justicia de Chimalhuacán, donde la madrugada de aquel domingo su cuerpo fue abandonado y violentado, pese a estar embarazada.
Tras la sentencia, la mamá de Diana sostiene su reclamó contra las autoridades que llevaron las investigaciones, pues recuerda que tuvieron que pasar tres años para que el caso avanzara, pues fue hasta que se plantó a las afueras de Palacio Nacional cuando de forma “sorpresiva” detuvieron a uno de los responsables.
Acabábamos “de hacer una marcha por el aniversario de su muerte, y fue al siguiente lunes, 6 de julio de 2020, cuando decidimos hacer el plantón en Palacio Nacional, y para el miércoles de esa semana, me habló la subprocuradora de género del estado y me dijo que tenía buenas noticias (…) un detenido por el feminicidio de Diana”, cuenta la señora Florencio.
“Nosotros nos hemos dado cuenta de que desafortunadamente en este país si no alzamos la voz no hay avances”, añade.
Enfatiza que el responsable de la violación de su hija sigue prófugo, situación que la impulsa a seguir buscando justicia, además de fortalecer su activismo para ayudar a otras familias que viven la misma experiencia ya que, lamenta, lejos de disminuir la violencia contra las mujeres, está empeorando.
“Hay demasiado dolor, al saber que a mi hija me la asesinaron. Son las palabras más difíciles de entender, escuchar, y de sobrellevar. La búsqueda de justicia ha sido demasiado estresante, cansado y caro. Para todas las familias que hemos vivido lo mismo, el camino es demasiado grande, no hay día en que podamos estar tranquilas”, clama.
Las cifras
El 2021 cerró como el año más violento para las mujeres en el país con 1,005 feminicidios, 2.6% más que los 978 registrados en el 2020 y la cifra más alta de víctimas desde que se llevan cifras, desde el 2015.
El Edomex fue en 2021 la entidad con más víctimas de feminicidio al registrar 145 casos (14% de los 1,005 registrados); le siguieron Jalisco (70); Veracruz (70); CDMX (69) y Nuevo León (66).
