Irinea Buendía denunció que en el Edomex y otras entidades persisten desviaciones en la procuración de justicia en los casos de feminicidio, pues lo que le pasó a su hija se está volviendo común: a las mujeres «las están suicidando».
Después de 13 años de un atropellado proceso en juzgados del Estado de México y la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariana Lima Buendía recibió justicia, al dictarse 70 años de prisión a su ex pareja, Julio César Hernández, un ex policía quien intentó pasar su feminicidio como «suicidio».
La sentencia hubiera sido imposible sin la feroz lucha que iniciaron sus padres hace una década para demostrar que Julio César había comprado a ministerios públicos y funcionarios judiciales del Edomex, pues inicialmente quedó en libertad.
Su madre Irinea Buendía, tras la muerte de su esposo, quedó al frente de la búsqueda de justicia y con apoyo del Observatorio Nacional del Feminicidio logró que se ordenará al gobierno del Edomex reponer todo el proceso, luego de promover diversos recursos legales en 2015 que llegaron hasta la SCJN.
De esta manera Irinea se convirtió en la “madre emblemática” de las mujeres que demandan justicia para sus hijas víctimas de feminicidios y desapariciones en el Estado de México.
Fue durante el gobierno de Eruviel Ávila Villegas que los ministros ordenaron al gobierno del Estado de México la reposición del proceso, ante las diversas fallas y desviaciones que presentaba el caso al pretender hacer pasar un feminicidio como suicidio, por lo que Julio César tuvo que ser recapturado.
El caso de Mariana Lima es emblemático por los niveles de violencia que expuso, lo mismo que las fallas del sistema para atender la violencia de género en la entidad, ya que ella fue torturada y asesinada a golpes en 2010 por su esposo, un policía judicial, quien con ayuda de su cuñado lavaron el cuerpo, lo colgaron e intentaron simular un suicidio.
La versión del esposo, Julio César Hernández Ballinas, estuvo respaldada por un circuito de funcionarios públicos del Poder Judicial y de la Fiscalía mexiquense, pero fue la lucha de Irinea Buendía, respaldada por el Observatorio Nacional del Feminicidio, que la SCJ emitió una sentencia igualmente emblemática, pues a partir de este caso, obliga a que todos los homicidios de mujeres sean tratados como feminicidios, hasta en tanto no se resuelva lo contrario.
Por años, en distintos foros Irinea denunció al aparato burocrático que limita los avances en las investigaciones de feminicidios en el Estado de México.
Irinea fue notificada este lunes de la sentencia contra el ex policía judicial que asesino a su hija.
En sus redes, Irinea recordó a su hija señalando el último recuerdo de ella: “Volveré a las tres y comeré contigo, mamá. Mi hija nunca llegó».
Recientemente Irinea denunció que en el Edomex y otras entidades persisten desviaciones en la procuración de justicia en los casos de asesinatos de mujeres y feminicidios, pues lo que le pasó a su hija se está volviendo común en el sentido que «las están suicidando».
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