El presunto agresor de Estefany Naomi era su compañero de secundaria. Ya fue detenido en Veracruz por el delito de feminicidio.
Flores amarillas y blancas, veladoras y arreglos rodean el féretro de Estefany Naomi Aguirre Iturbide, menor de 14 años que fue asesinada a puñaladas cuando iba en su bicicleta a tres cuadras del palacio municipal de Tecolutla, en la zona norte del estado de Veracruz.
En este pueblo de arena y playa la rutina sigue para los turistas, no así para la familia de la niña que soñaba con ser enfermera. Hoy su feminicidio es el número 20 en el estado de Veracruz durante 2023, según cifras oficiales.
Era el mediodía del jueves 20 de abril cuando la meta de seguir estudiando y especializarse en medicina le fue arrebatada a Estefany Naomi, quien cursaba el tercer año de secundaria. Como parte de sus actividades diarias, ayudaba al negocio de su familia entregando comida a domicilio, fue cuando regresaba, después de una entrega, que uno de sus compañeros de escuela la atacó en la calle.
“Dos charolas de mole con arroz”, fue el primer pedido del día que recibió Ana María Pérez Hernández de 55 años, abuela de Naomi, quien vende platillos que cocina en su casa y reparte con ayuda de sus nietos e hija.
Fany, como la llamaban de cariño, salió en la bicicleta de su tía Adriana para entregar el pedido en una palapa de la playa Tecolutla, sin pensar que sería la última vez que la verían con vida. Pedaleó entre las calles flanqueadas de trajes de baño, salvavidas, cocos y flotadores, negocios de comida y hostales, pues Tecolutla es una zona turística que tiene el río de un lado y el mar del otro.
Una vez entregado, Naomi regresó a casa por una vía alterna porque la calle principal está en reparación. A unos metros de un altar de la Virgen de Guadalupe fue sorprendida por un joven que la derribó y atacó a puñaladas, dejándola sobre el asfalto. El agresor huyó a bordo de una moto con la que repartía cerveza a varios negocios.
“Atropellaron a su nieta”, la primera noticia que recibieron familiares
El sonido de un claxon fue el aviso que recibieron los familiares de Naomi. Un vecino llegó al domicilio y salió Adriana Iturbide Pérez, tía de la menor.
“Tu hija, tu hija, es que la atropellaron”, comentó el vecino. Confundida, Adriana respondió que sus hijos se encontraban en casa, que eso no era posible, pero en seguida recordó a su sobrina.
“Me viene a buscar un vecino, pero todos pensaban que era mi hija, estábamos preparando comida cuando yo oí que tocaron el claxon y el señor me decía “Tu hija, tu hija”, agarré la onda y supe que fue mi sobrina”.
Adriana le avisó a su mamá, Ana María, y juntas salieron a ver a su vecino. “Atropellaron a su nieta”, avisó el hombre a Ana María. “¿No vio si la lastimaron mucho?, preguntó la mujer. “Usted tranquila, calmada, es algo más”, le anticipó lo peor.
Juntos se dirigieron a la esquina de la cuadra donde se encontraba gente reunida alrededor de la escena. “Es aquí”.
“Me di la vuelta y vi a mi niña tapada con una sábana en la banqueta. Forcejeé con los policías y los quité, quería ver si era mi nieta. Le destapé la cara y sí era ella. A partir de ahí yo ya no supe qué pasó”, comenta entre lágrimas Ana, abuela de Fany.
Al lugar también llegaron familiares de la menor para hacerle compañía durante tres horas bajo el sol, en espera de que llegaran peritos y elementos de Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar el levantamiento del cuerpo, y trasladarlo a las instalaciones más cercanas.
Justicia para Estefany Naomi: pobladores bloquean entrada del municipio tras feminicidio en Veracruz
Alrededor de las cinco de la tarde, Ana María y su esposo fueron trasladados a las oficinas de la Fiscalía regional de Papantla, ubicado a hora y media de Tecolutla, donde esperaron cinco horas más para comenzar con la interrogación.
Alrededor de las 4:00 de la mañana, los familiares de Naomi regresaron a Tecolutla donde se encontraron con un bloqueo a la entrada del municipio; eran vecinos exigiendo justicia por el feminicidio de la menor y advirtieron que solo liberarían la vía hasta que las autoridades presentaran al responsable.
“Nosotros no sabíamos del bloqueo, el bloqueo lo hizo el pueblo. Cuando regresamos de Papantla encontramos a la gente tapando la carretera. El pueblo nos apoyó para que se hiciera justicia, les agradezco de corazón porque demostraron que están con nosotros, que nos estiman”, dice Ana María.
Gabriela Valdez Santes, alcaldesa de Tecolutla por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se presentó en el bloqueo la mañana del viernes 21 de abril, donde afirmó que desde su llegada al municipio las condiciones de seguridad han mejorado, pero que no se dan abasto.
“Los elementos jamás van a dar abasto para cuidar a cada persona, lo quieren politizar”, manifestó ante los medios. Una hora antes, la familia recibió una llamada pidiéndoles que regresaran a Papantla, pues aparentemente les iban a entregar el cuerpo. La espera se alargó y recibieron los restos de Estefany hasta mediodía. A la par, autoridades montaban un operativo en los alrededores de Tecolutla para detener a V. Y., presunto responsable del feminicidio y compañero de secundaria de Fany, a quien sus padres habrían escondido en una propiedad detrás del río Tecolutla.
“Nuestras sospechas son sobre él, porque al parecer las dos personas que vieron, lo señalan como el que la agredió; cuando yo estaba buscando la ida para ir al lugar donde estaba Fanny, resultó que le pedí ride al hermano del muchacho y él me ve llorando y me pregunta que qué tenía, le comenté lo que había pasado con Fany y él me dijo que su hermano había atropellado a alguien”, dice Adriana Iturbide.
Dijo que durante las diligencias con los elementos policíacos, ella le comentó que el principal sospechoso era Yael, pues su hermano se lo habría confesado; sin embargo, al llegar a su domicilio, a unas cuantas casas de la de Fany, ya no se encontraba ni el menor ni su familia.
“Lo vienen a buscar (los policías), pero ya no había nadie, estaba cerrado hasta el negocio porque tienen un depósito de cervezas, se desaparecieron tanto él como sus hermanos, sus papás, cuñadas, todos se habían ido”, indicó la tía.
Fany es originaria del estado de Tamaulipas, nació el 8 de noviembre del 2009 y hace 4 años, antes de cursar sexto año de primaria, llegó a vivir con sus abuelos y sus tíos al municipio de Tecolutla, Veracruz.
Tras unas vacaciones con sus familiares en el municipio costero del norte de Veracruz, Fanny le pidió permiso a sus padres para quedarse a vivir con su abuela, pues le gustaba estar en este lugar, junto a sus tías y primos; la madre de Fany aceptó en que se quedara pues creyó que estaría más segura en Veracruz que en Reynosa, donde vivían.
“El pueblo (Tecolutla) no se había puesto así en aquel entonces, allá (Reynosa) se había puesto bien feo, allá las secuestran, las tiran, no sabes dónde las dejan, las hacen pedacitos, las desaparecen con ácido; yo había optado en dejarla porque se había puesto bien feo allá”
Horas antes de la noticia, Nallely presentía que algo andaba mal, pues relata que desde que inició el día se sentía extraña, incluso quería llamarle a su hija, pero prefirió terminar su turno en el restaurante de Reynosa donde trabaja, para hablarle y preguntar cómo se encontraba. A medio turno, Nallely recibió una llamada que cambiaría su vida. Uno de sus familiares le dijo que Fany había tenido un accidente, pero rato después le confirmó que había sido asesinada y que se tenía que mover al pueblo.
Con una maleta en mano, tres mudas de ropa y sus dos hijos menores de 3 y 5 años, a de las 6:00 horas del viernes, Nallely Iturbide Pérez junto con su esposo René Aguirre, llegaron de un viaje de más de 9 horas, tras recorrer 752 kilómetros de distancia para ver a su hija, quien se encontraba todavía en las instalaciones del Semefo.
“No me voy a ir hasta que alguien pague por lo que hizo, ni una más”, son las palabras de Nallely mientras las lágrimas corren por su rostro y pide a las autoridades de Tecolutla que el caso de su hija no quede impune; asimismo, pide que se vigile más el municipio y se instalen cámaras de seguridad en las calles.
Fany estaba planeando su graduación
Fany estaba a unos meses de concluir sus estudios en la Tele secundaria Aquiles Serdán e iniciaría la especialidad de enfermería en el CBTIS del municipio de Gutiérrez Zamora, pues soñaba con ser enfermera; sin embargo, ya no pudo cumplir su sueño, celebrar su graduación ni su fiesta de quince años.
Un día antes de ser asesinada, la menor, junto con su tía, había estado viendo vestidos para su fiesta de graduación, y horas antes de su muerte, le dijo a su abuelita qué zapatos iba a encargar para estrenar ese día.
Para su graduación, ya tenía visto quién sería su padrino. Sería Manuel, un amigo que conoció tras ir a dejarle varias veces comida. Comenzó a entablar amistad con el motociclista que tiene un taller de bicicletas en la misma calle donde fue asesinada.
Manuel, con la voz entrecortada describe a Fany como una niña tranquila, callada y muy amable; recuerda que le había prometido un paseo en motocicleta cuando terminara de repararla, pues era algo que Naomi quería hacer, viajar en motocicleta.
La menor cumpliría 15 años de edad el próximo 8 de noviembre, aunque ella no quería una fiesta ostentosa, su abuela le había prometido que se lo celebraría en grande, pues era la primera nieta que cumpliría esa edad.
“Ya no va a ser posible celebrarle su cumpleaños”, finaliza Ana María.
Por el feminicidio de Estefany Naomi en Tecolutla, Veracruz, la Fiscalía General del Estado confirmó la detención del presunto responsable la tarde del 21 de abril de 2023.
La menor de 14 años de edad se suma a los 19 crímenes contra mujeres registrado en los primeros tres meses de 2023 en el estado. Veracruz ocupa el tercer lugar nacional con más casos de feminicidios en 2023, seguido del Estado de México con 25 y Oaxaca con 20, de acuerdo a la última actualización del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNP).
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