Argelia, una mujer originaria de Jalisco, ha vivido violencia de género por más de 17 años. Su calvario inició cuando conoció a David “N”, quien se convirtió en su pareja sentimental y en el padre de sus hijos. Cuando la relación inició todo parecía ser perfecto, pero la felicidad duró muy poco, pues conforme pasaba el tiempo sus actitudes violentas salieron a la luz. Cansada de las humillaciones, agresiones y golpizas, decidió denunciar a su agresor; no obstante, las autoridades no actuaron a tiempo y, el pasado 12 de abril él acudió a su domicilio y la quemó con agua hirviendo y ácido amoniaco.
La primera vez que Argelia acudió a denunciar a su expareja fue el pasado 4 de abril de 2023, luego de que él la amenazó de muerte. Pese a contar con evidencia en cartas y en mensajes de texto, las autoridades únicamente emitieron una orden de restricción para que David “N” ya no pudiera acercarse a su familia. Aún así, ocho días después, violó lo estipulado por la ley y entró a su domicilio con la intención de asesinar a la madre de sus hijos.
Argelia reveló que el día de la salvaje agresión ella se encontraba con un amigo, motivo por el cual David “N” se molestó y arremetió en su contra. Durante el altercado, el padre de sus hijos tomó agua hirviendo, la cual estaba en una cafetera, y se la arrojó directo a la cara. “Me lanzó una taza de café caliente que salía de una cafetera; una sobrina trató de defenderme, pero a ella también la golpeó con eso. Luego me pegó con una olla de acero en el párpado, hasta que me lo reventó”.
Cuando Argelia pensó que ya había pasado la peor parte, David “N” la persiguió por su casa y sacó botellas repletas de ácido, mismo que comenzó a arrojar. “Estábamos a dos metros de distancia cuando lo vi venir y me lo lanzó. Corrí a un cuarto, me encerré y me quité el vestido. Me di cuenta que era ácido amoniaco por el olor, lo identifiqué porque algunas veces lo usaba para lavar el baño”, comentó Argelia.
“Me cayó en la ropa, por lo que corrí bien asustada. Me lo quité y comencé a gritar que lo detuvieran. Unos minutos después me llamó su hermana, me dijo que fuera a verlo (a David “N”) porque se quería suicidar”, agregó Argelia. La originaria de Jalisco añadió que ese mismo día su expareja fue detenido por las autoridades, pero únicamente le dieron primeros auxilios y lo dejaron en libertad la noche del 12 de abril. Desde entonces comenzó el tortuoso camino para pedir justicia por el intento de feminicidio que vivió.
Las amenazas e insultos continúan
Luego del brutal ataque, Argelia acudió a la Fiscalía para presentar su denuncia, ahí le otorgaron a un abogado para su caso, quien hasta ahora no se ha presentado con ella, pese a que ya han pasado dos meses de los hechos. Aunado a la falta de atención que ha vivido por parte de la dependencia, Argelia continúa siendo amenazada por su expareja, esto sin que las autoridades hagan algo al respecto. David “N” sigue hostigando a la madre de sus hijos a través de mensajes de texto intimidantes, donde le asegura que volverá a intentar asesinarla y esta vez “no se detendrá”.
“Me dan ganas de tomar venganza. Y si me lo propongo, esta vez no tendré la consideración que tuve”, se lee en uno de los mensajes que Argelia ha recibido por parte de su expareja, quien continúa en libertad, a pesar de que ella ya levantó dos denuncias en su contra: una por las amenazas y la otra por la agresión con ácido. De igual manera, en sus comentarios de WhatsApp, David “N” ha manifestado que se “arrepiente” de no haber terminado con la vida de la madre de sus hijos.
Sumado a las constantes amenazas que Argelia ha recibido, su expareja también le dejó mensajes en las paredes de su casa, donde la nombra de forma despectiva y la insulta, sin importar que en el domicilio también viven sus hijos, quienes han sido testigos de las agresiones y golpizas de David. “Me llamaba ‘estúpida’ delante de mis hijos, me decía whore, en inglés, para que ellos no entendieran el insulto”, dijo Argelia a este medio al ser cuestionada sobre cómo había sido violentada durante los 17 años que duró su relación.
El sufrimiento de una relación violenta
Argelia recuerda con dolor los maltratos que vivió con David “N”, mismos por los cuales lo denunció el 4 de abril, ocho días antes del ataque con ácido. En su memoria sigue vigente el recuerdo de una pelea que tuvieron la noche previa al día que acudió a levantar la primera denuncia. En aquella ocasión, el miedo a su expareja invadió completamente a Argelia, ya que él la había amenazado de muerte.
“Tenía tanto miedo (luego de la pelea) que ese día no dormí. Me dormí en un cuarto y cerré con llave, puse una cadena por dentro, pero no podía estar tranquila, pensaba que en cualquier momento él podía entrar y me iba a hacer algo. Intuía que quería hacer algo con ácido y me dio mucho miedo”. Un día después, la mujer acudió a organizaciones en defensa de las mujeres violentadas, quienes la orientaron para ir a levantar su denuncia por amenazas.
Ocho días más tarde, Argelia volvió a la Fiscalía, esta vez para denunciar a David “N” por atacarla con ácido e intentar matarla. Hasta ahora, dos meses después de los hechos, ella sigue temiendo por su integridad y la de sus hijos, ya que su agresor continúa libre, sigue enviándole amenazas y las autoridades de Jalisco no hacen nada por detenerlo. “Él sabe dónde vivo y dónde trabajo. Está enfermo de celos y eso no le da derecho a actuar así. Él no es la víctima”, sentenció Argelia en un llamado para que la Fiscalía resuelva el caso y su agresor sea vinculado a proceso.
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