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Denuncian violencia sexual en la Guardia Nacional: el caso Miztly

by adminj85jshgn 17 agosto, 2023 0 comment

Dos agresiones sexuales tienen a Miztly con salud menguada y a sus agresores de la Guardia Nacional en la impunidad. “Miztly no es capaz de escribir o leer, e incluso, para articular una oración completa se le complica”, señalan familiares. La institución amenaza con dejar de pagar el tratamiento si abandona el Batallón.

Miztly Nájera Estrada acusa que sufrió violencia sexual en dos ocasiones mientras desempeñaba su servicio en la Guardia Nacional (GN). En el primer incidente, fue víctima de una violación, después, de acoso sexual, lo cual derivó en consecuencias graves para su salud.

Ahora que está enferma y no puede valerse por sí misma, la Guardia Nacional le impide regresar con su familia. De hacerlo, la institución amenaza con no hacerse cargo del tratamiento para sus padecimientos, que incluyen amnesia, mareos, ataques de ansiedad y problemas de lenguaje.

Miztly, oriunda de Durango, se en listó en la Guardia Nacional en 2021, con el propósito de proteger a las personas, señala su hermana, Citlaly. Sin embargo, la realidad no coincidió con sus expectativas, ni con la narrativa que la Guardia Nacional presentó en sus anuncios promocionales del mismo año.

Citlaly recuerda a su hermana como una persona alegre y amigable antes de unirse a la Guardia Nacional. Tenía un espíritu solidario y mostraba un gran cariño por los animales, llegando a realizar recolecciones de alimento para perros y gatos callejeros.

Además, poseía talento para el arte, siendo habilidosa en el dibujo, la guitarra y el canto. Lamentablemente, la situación actual es diferente, según describen sus familiares. Las capacidades de Miztly, incluso para realizar una simple firma, se han visto afectadas, obligando a que la soldado tenga que utilizar su huella digital en documentos oficiales.

EL PRIMER ATAQUE

El primer atentado contra la soldado lo relata su padre, el señor Luis Ángel Nájera, profesor de primaria en el estado de Durango.

El 14 de noviembre de 2021, la soldado policía militar Miztly Nájera Estrada fue víctima de una agresión física y sexual a manos de uno de sus compañeros, el sargento Gilberto, en el Batallón de San Pedro Coahuila. La hermana de la víctima detalla que todo el proceso se complicó, ya que incluso la fecha en que su hermana fue violentada está mal registrada en las recetas médicas. Ahí se afirma que el incidente ocurrió en el 2022.

Tras el incidente, el agresor, quien en ese momento se encargaba de realizar el adiestramiento de los nuevos reclutas, intentó contactarla para persuadirla de no presentar denuncias en su contra. Le pidió una reunión y solicitó su comprensión, alegando que tenía una familia: “No quiero perder los años que llevo, por favor te lo ruego”, se puede leer en algunos de los mensajes que Gilberto le envió a Miztly.  En los mensajes, la soldado reafirma que el acto no fue de mutuo acuerdo y exhibe las marcas de hematomas que Gilberto le ocasionó.

La soldado policía militar desistió de dejar impune lo ocurrido; levantó denuncia en el Ministerio Público civil de San Pedro de las Colonias, en Coahuila, y en el Ministerio Militar. Su padre menciona que la familia acompañó en el trámite a su hija, pero que, al levantar la denuncia dentro del Ministerio militar, no le permitieron la entrada más que la afectada.

Pese a que las denuncias se realizaron, Luis Ángel cuenta que Gilberto no fue arrestado ni suspendido. La medida cautelar tomada por la Guardia Nacional fue cambiarlo de zona laboral, lo enviaron a Chihuahua, mientras que a Miztly la dejaron en San Pedro, Coahuila, en la misma adscripción donde había sido violada.

Pero el problema no terminó ahí: ella fue trasladada a la compañía de Villa Ahumada, Chihuahua, en 2022 y, durante su estancia, la soldado no tuvo permiso para salir de la base, ni siquiera para tomar las citas psicológicas que la Guardia Nacional le había asignado.

En la evidencia mostrada por la familia, se observa cómo Miztly solicitó permiso para salir a revisar el avance de su carpeta así como acudir a sus citas psicológicas pero: “La Fiscalía manifiesta que la Brigada de P.M.  no a (sic) querido recibir dichos citatorios (sic) para yo poder asistir a la evaluación psicológica el día 11 de Abril de 2022”.

Tras notar que el caso de su hija no avanzaba, la familia de Miztly decidió gastar los ahorros que tenían y contratar a un abogado que se hiciera cargo de revisar lo que ocurría, sin embargo, el litigante «hizo poco y lo único que quería era dinero», menciona su padre. A la fecha. La familia relata que les ha sido complicado encontrar un abogado que les asesore en el tema.

ACOSO SEXUAL EN PUERTO PALOMA

Después de la violación, antes de recibir atención médica completa, Miztly fue enviada a Puerto Paloma, Chihuahua, donde estuvo apoyando en aduanas, relata Citlaly. El problema es que, en este nuevo recinto militar, ella volvió a ser víctima de violencia sexual por parte de uno de sus superiores. En esta ocasión, el sargento Legarreta la acosó sexualmente.

Ella decidió no hacer caso a las peticiones del sargento, quien tomó represalias en contra de Miztly. Legarreta le asignó trabajos mucho más extenuantes y sobrecarga horaria. Todo esto hizo que la integrante de la Guardia Nacional cayera en un cuadro de ansiedad, insomnio y anemia que la llevó a la crisis en la que actualmente se encuentra, explica su padre.

Antes de que Nájera Estrada pudiera denunciar a Legarreta con sus superiores, el 13 de junio de 2023, la soldado se desmayó y comenzó a convulsionar dentro del comedor. La Guardia Nacional le proporcionó atención médica, pero sus familiares relatan que no llegó de manera directa al Hospital Militar de Chihuahua.

La familia de Nájera Estrada menciona que su traslado se dio sin “ningún estudio especializado previo”, mientras que las convulsiones continuaron, por lo que llegó grave al Hospital Regional Militar de Chihuahua, el día 22 de junio del 2023, nueve días después de su primera convulsión. Durante ese tiempo, ella fue trasladada de brigada en brigada, pues nadie quería hacerse cargo, expresa Citlaly.  En la unidad médica  fue diagnosticada con encefalopatía epiléptica.

Poco más de un mes después del primer episodio de convulsiones, el 21 de julio de 2023, la soldado fue dada de alta. Sin embargo, aún presentaba problemas de salud, como lagunas mentales y pérdida de memoria temporal, menciona Luis Ángel, quien explica que, a la fecha, esos problemas no se han solucionado, por el contrario, se han agravado: “Miztly no es capaz de escribir o leer, e incluso, para articular una oración completa se le complica”.

Dentro de una de las Notas de egreso del Hospital Militar Regional de Chihuahua, Chihuahua, se puede leer en el epónimo de egreso “Encefalitis viral resulta, epilepsia secundaria, trastorno de ansiedad y depresión (pendiente de valoración por psiquiatría en Hospital de Monterrey), amnesia anterógrada (PB secuela), pendiente (sic) de ser valorada en foniatría y neuropsicología, en ciudad de México”.

GUARDIA NACIONAL LA RETIENE

La situación médica de Nájera Estrada llevó a que la familia solicitará que se le extendiera una licencia médica a la soldado, pero la institución de seguridad pública se las negó y la soldado tuvo que regresar a San Pedro Coahuila. Ella «tiene que estar al cuidado de alguien», menciona su padre. Aunque dentro de los documentos médicos a la soldado se le exceptúa de actividades físicas, adiestramiento y manejo de armas y básicamente cualquier actividad que no sea pasar lista y usar la franquicia, la soldado no puede salir de la base y estar al cuidado de su familia.

Dentro de la base perteneciente a la Guardia Nacional, Miztly tiene que estar en constante cuidado, alguien se hace cargo de ella y se encarga de suministrarle los medicamentos que necesita: “Ella quedó con un cuadro médico de Encefalitis más psicosis, padece mucha ansiedad, tiene miedo, tiene mucho temor”, relata su padre, quien además expresa que cada que ve a su hija es notorio que “divaga mucho”, e incluso, «ella no firma, los medicamentos que le suministran, tiene que poner la huella porque no puede escribir”.

Lo mejor para que Miztly se mejore es que regrese a casa, pero: “Ella sigue dentro de la Guardia Nacional, acuartelada, no la quisieron que se fuera a su casa para curarse. No puedo negar que la están tratando bien ahorita, pero qué mejor que estar en su casa recuperándose, expresa el señor Nájera. Ella  maneja todavía un cuadro emocional de ansiedad, sus manos le tiemblan constantemente, cuando hace algo empieza a temblarle sus manos y ojo derecho. Emocionalmente yo la veo con miedo con terror por lo que le ha sucedido y más porque la violación fue en su unidad (donde la GN la tiene actualmente)».

Agrega: «Si ella se va a su casa pues causaba baja” y la Guardia Nacional dijo que: “Al causar baja se deslinda de toda la responsabilidad que les corresponde de cómo está intelectualmente, emocionalmente y físicamente. Yo consideró incongruente que la tengan retenida cuando podría tener una pronta recuperación con la cercanía de su familia y amigos».

Durante todo este trayecto, el padre de la soldado ha platicado con diversas mujeres pertenecientes a la Guardia Nacional y quienes le han relatado que la institución tiene mucho trabajo pendiente respecto al acoso sexual «es algo que se tiene que revisar de una manera muy marcada», expresa.

EMEEQUIS ha remitido un correo electrónico a la dirección [email protected] , la cual figura en el portal oficial de la institución. Dicho correo tiene el propósito de solicitar la versión oficial en relación a los acontecimientos relacionados con la soldado policía militar Miztly Janethzy Nájera Estrada. A pesar de esta gestión, hasta el momento en que se cierra la edición, EMEEQUIS aún no ha obtenido respuesta por parte de la Guardia Nacional.

https://www.m-x.com.mx/investigaciones/denuncian-violencia-sexual-en-la-guardia-nacional-el-caso-miztly

 

 

 

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