Chiflar, aventar piropos o quedarte viendo son actitudes con las que las mujeres no sentimos inseguras en el espacio público, o cuando menos incómodas.
En México tenemos una crisis de feminicidios y violaciones. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en México hay 12 asesinatos contra mujeres al día y se denuncia un promedio de 80 casos de delitos como abuso sexual, pederastia y hostigamiento. Nos matan por ser mujeres y nos violan para imponer control y poder. El acoso llama nuestra atención porque nos hemos dado cuenta que la violencia de género inicia muchas veces con acoso. Y es que, ¿cómo voy a saber que tu halago es inocuo y que no vas a sentirte con el derecho de violentarme si lo he visto muchas otras veces?
Chiflar, aventar piropos o quedarte viendo son actitudes con las que las mujeres no sentimos inseguras en el espacio público, o cuando menos incómodas. Nadie te pidió tu opinión acerca del físico de ninguna mujer, deja de hacerlo. Deja de pensar que las mujeres quieren sentirse deseadas y admiradas por la visión masculina, no todas las mujeres son heterosexuales. El problema es que la sociedad patriarcal en la que vivimos ha normalizado el acoso para las mujeres bonitas y, por el contrario, le ha dicho a las mujeres feas que deben dar las gracias si les ofrecen un halago.
Si todo lo que acabo de decir no te hace clic o no lo identificas, aquí explico con dibujitos lo que SÍ, definitivamente sí es acoso.
https://www.vice.com/es_mx/article/seis-actitudes-que-son-acoso-aunque-no-lo-creas
