“Vivas nos queremos” fue una de las exigencias en esta manifestación que se replicó en distintos estados del país después del asesinato de Mara Castilla. Mujeres contaron qué las motivó a salir a marchar y cómo han vivido la violencia de género.
“Me violaron y callé. No más”. Dice Julieta N mientras avanza por las calles de la Ciudad de México acompañada de su madre, dos hermanas y sus mejores amigas. Dice que es la primera vez que habla abiertamente de su violación y de cómo se sintió avergonzada de sí misma antes de identificarse como víctima cuando un compañero de trabajo la atacó.
“Me motivó Mara”, cuenta Julieta. “Porque cuando supe del caso le dije a mi mamá, a mis hermana, a mis amigas, ‘pude haber sido yo’”. También es la primera vez que este grupo de siete mujeres sale a las calles a manifestarse por la violencia de género.
Ellas se unieron a los miles de ciudadanos que tras la noticia del feminicidio de Mara Castilla —ocurrido en Puebla después de que abordó un taxi de la empresa Cabify— organizaron una manifestación que se replicó en al menos cinco estados del país para exigir justicia por el asesinato de la joven de 19 años.
“Fui abusada sexualmente y desde ese momento dije ‘basta’ y rompí con esa relación tóxica”, relata Nely, otra de las asistentes a la marcha en la Ciudad de México.
Ella y su hermana, Yani, quien sufrió el mismo tipo de violencia, han tenido que recurrir a clases de autodefensa y al gas pimienta, porque, dicen, “aunque es ilegal, tenemos que defendernos”.
Su madre, Juana, acudió con ellas a la marcha. “Mis niñas han sufrido violencia y no he podido protegerlas, entonces ahorita estoy aquí, apoyándolas. También vengo por Mara, por ella y por todas las otras que han sido asesinadas”, cuenta.
“Ni una más, ni una más, ni una muerta más” coreaban las asistentes en la manifestación de la Ciudad de México que inició en el Zócalo y siguió su ruta hasta la sede de la Procuraduría General de la República.
Pixie y La Changa (seudónimos) también asistieron a la marcha. Ambas amigas, con el rostro cubierto por coloridos pasamontañas, coincidieron en que les parece injusto “que nosotras tengamos que sentirnos valientes para, de alguna manera, sentirnos un poco seguras, pero no completamente”.
Para Pixie, además, pensar de esa forma “deposita la responsabilidad en nosotras y no en quien decide violentar”.
Con la voz entrecortada, Pixie relata que fue víctima de abuso sexual infantil, lo que la llevó a tomar terapia y a comprender que no fue su culpa lo que sucedió. Sin embargo, comenta que el ‘feminicidio’ de Lesvy Osorio —la joven cuyo cuerpo fue encontrado en mayo pasado atado a una cabina de teléfono público de Ciudad Universitaria—, la impactó.
“Sentí como si hubieran asesinado a una amiga en mi casa, porque la UNAM es como mi casa”, dice. Por eso, “ahora que vamos a las marchas juntas para mí ha sido una forma de hacer catarsis, de dejar de estar en silencio, de alzar la voz, de gritar y de llorar. Y bueno, me siento acompañada y apoyada por todas las mujeres, porque sé que alguien está detrás de mí y va a responder si algo me pasa”.
La Changa comenta que, aunque se siente empoderada, ha recurrido a portar un teaser (arma de electrochoque) y a un puño de acero, “aunque al final de cuentas también me siento insegura por tener que portarlos, porque si la policía me encuentra con eso yo soy la responsable, pero pues me tengo que rascar con mis propias uñas”.
“Es algo feo, porque yo no quiero sentirme valiente. Y sí, soy valiente, pero eso no importa. Yo no me quiero sentir con la responsabilidad de que si me atacan es por mi culpa, o qué pasa si no me puedo defender”.
Las asistentes a esta marcha por justicia para las mujeres víctimas de violencia llevaban pancartas en las que exigían ser libres, con derechos y no estar obligadas “a ser valientes” ante la violencia machista del país.
Viany, otra asistente a la protesta, explica que el homicidio de Lesvy y ahora el de Mara, le hizo ver una realidad que no conocía. “A muchas nos marcó. Lesvy tenía mi edad, es mi universidad. Fue cuando me di cuenta de que no estaba segura ni en mi escuela”.
Ella explica que desde hace algunos años ha tomado medidas de precaución como estar atenta todo el tiempo por la calle, no usar audífonos si es noche y avisar dónde y con quién va.
Recordar a Mara Castilla y a otras mujeres asesinadas
Vivir juntas, libres y sobre todo seguras es lo que no para de exigir Raquel, una de las asistentes a la marcha que grita contra la inseguridad en la que viven todas las mujeres.
“Vine para exigir justicia pero al mismo tiempo, vine para recordar a todas las mujeres que han sido asesinadas a manos de hombres sin corazón” detalla Raquel, quien además sostuvo que movimientos así son pequeños actos de valor, de amor, oportunidades de decirle una mujer a otra que no está sola.
Desde que salió el contingente del Zócalo, hasta la Procuraduría General de la República (punto de llegada), Nicté, otra de las manifestantes, no dejó de gritar con coraje.
“Desnudas o vestidas, respeta nuestras vidas” es el cartel que por casi dos horas de recorrido, Nicté mantuvo en alto.
“Vengo porque me solidarizo con todas las asesinadas y desaparecidas de México aunque al mismo tiempo vengo porque quiero dejar de sentirme vulnerable cada vez que salgo de casa. A veces, cuando voy en el metro, me doy cuenta de que un hombre me está mirando, y no solo eso sino que me está desnudando con la mirada, está pensando en todas las cosas que haría conmigo. Y ¿sabes? No solo es incómodo sino que es doloroso darse cuenta que ya no puedes salir tranquila y segura”.
Todos los días pasan cosas así
Berenice, por su parte, considera importante que tantas personas se movilicen contra el feminicidio de Mara y por otras mujeres que han sido violentadas o asesinadas en el país.
Ella comenta que asistió a la marcha, porque “como muchas mujeres, he sido violentada en el transporte: desde una mirada lasciva, un tocamiento, hasta un ojete que te pone el pito en el hombro. Pero a mí lo que más me indigna, molesta y preocupa es informarme de que todos los días pasan cosas así o peores”.
Por eso, dice, “la verdad sí he caído un poco en el miedo de que si no tengo a qué salir, no salgo, además procuro mantenerme en contacto con mi pareja, con mi familia. Y bueno, usaba servicios de transporte privado, pero ahora con estos casos ya no sé”.
Victoria y Blanca, quienes también acudieron a marchar, señalan que para ellas “estamos en un clima de violencia generalizada, por lo que tenemos que demandar y exigir justicia, y mayores medidas para combatirla, para terminar con los feminicidios y las violencias misóginas, homofóbicas y transfóbicas”.
Con música, poesía y consignas, miles de mujeres exigen un alto a la violencia machista que está acabando con la vida de una amiga, una novia, una vecina.
Protestan en varios estados
Bajo los lemas #JusticiaParaMara, #NiUnaMenos y #TodasSomosMara, ciudadanas y ciudadanos protestaron este domingo también en Puebla, Jalisco, Guanajuato, Coahuila y otros estados del país.
Las manifestaciones fueron convocadas luego de que el pasado 15 de septiembre, las autoridades del estado de Puebla informaron que Mara Castilla había sido asesinada y su cuerpo había sido encontrado.
De acuerdo con la Fiscalía del estado, la joven fue víctima de abuso sexual y luego estrangulada por Ricardo “N”, el chofer del taxi en el que subió.
En Puebla, las protestas al grito de “Gobierno Corrupto, por tu culpa estoy de Luto” iniciaron desde el sábado 16 de septiembre y continuaron este domingo. Mujeres se manifestaron en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno y en la Fiscalía estatal, en donde recordaron que entre 2013 y 2015 ha ocurrido un feminicidio por semana. Uno de cada tres casos fueron asesinatos de mujeres entre 21 y 30 años.
Sólo en 2017, el Observatorio de Derechos Sexuales y Reproductivos contabiliza 83 feminicidios. Por ello, una de las principales exigencias en Puebla durante las protestas de este fin de semana fue la activación de la Alerta de Violencia de Género para el estado.
Para este lunes estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), en donde estudiaba Mara Fernanda, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y de otras instituciones educativas poblanas, marcharan por la ciudad en protesta por el feminicidio y la violencia de genero que se vive en el estado.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en México fueron reportadas 17 mil 274 muertes de mujeres en el país, con presunción de homicidio, entre 2007 y 2014. Solo en el primer semestre de 2017 en el país se presentaron 6 mil 444 denuncias por violación sexual, lo que equivale a 35 denuncias diarias a nivel nacional, según ese organismo nacional.
Con información en Puebla de Lado B
Libres, vivas y seguras; marchan por feminicidio de Mara Castilla y otras víctimas de violencia