También ejercieron violencia financiera al recordarme repetidamente que «si no cedes te quedarás sin trabajo».
Cuando conducía el programa Los Protagonistas, de TV Azteca, me pidieron que me sentara con un vestido extremadamente corto, que cruzara la pierna y levantara el muslo para hacer una «toma especial». Me negué rotundamente y les recordé los motivos por los que me contrataron y los acuerdos establecidos, ya que estaban cambiando el papel que venía desempeñando de manera abrupta y opuesta. Sin embargo, me dijeron: «es más importante jalar rating con imagen, porque es lo que vende, que con tus conocimientos» y decidieron sancionarme por mi negativa con seis semanas sin llamados ni salir a cuadro.
Estudié la carrera de Derecho y la he ejercido tanto litigando como ocupando puestos de alta dirección. Además de esto decidí construir una carrera periodística, la cual he ejercido en paralelo en el ámbito del periodismo deportivo en medios de comunicación. Mi trabajo me colocó en la mira de una de las empresas mas importantes: TV Azteca. Desde 2014 me ofrecieron trabajo, pero fue hasta 2016 que acepté la oferta que me proyectaron como una gran oportunidad para consolidar la carrera que venía construyendo durante años. La oportunidad consistía en integrarme al equipo de destacados comentaristas de Azteca Deportes. Me dijeron que querían una periodista con mi estilo, preparada y que mostrara cerebro. Querían que hiciera lo mismo que realizaba en las otras empresas donde habían observado y seguido mi trabajo para conducir el programa Los Protagonistas, ya que la idea que tenían para su relanzamiento era el de incluir a una mujer al parejo de los hombres que pudiera debatir con argumentos sólidos basados en el periodismo.
Al inicio ocupé el lugar que me ofrecieron en la mesa de análisis y debate. Sin embargo, los conflictos comenzaron cuando me empezaron a solicitar vestuario más provocador. Incluso la productora me dijo que no podía usar pantalón ni leggings: «tus piernas son parte de la escenografía», señaló.
Después de sancionarme con seis semanas por negarme a usar un vestido corto y cruzar la pierna para la «toma especial», se reactivó mi participación. Pero el Director de Deportes, Rodolfo R, me notificó que ya no sería parte de la mesa de análisis porque, aseguró: «No es creíble que una mujer hable de deportes como tú lo haces». Me dijo que ahora daría el segmento de estadísticas y noticias dentro del programa. A la par, sufrí presiones constantes y groserías, al grado de meterse con mi vida privada; también ejercieron violencia financiera al recordarme repetidamente: «si no cedes, te quedarás sin trabajo», algo que no me convenía como jefa de familia. Al no ceder, en castigo, cada vez me recortaban más participación. Sin embargo, seguí firme, preparándome, sin faltar a ningún llamado y cumpliendo siempre con la empresa.
Mi profesionalismo, ética y cumplimiento no fueron suficientes. Después de aguantar más de un año, finalmente Ariel R, director de Producción de Azteca Deportes, me despidió con un argumento discriminatorio y violento: «buscamos a un personaje más joven, que tenga la capacidad de mostrar más o menos piel, algo a lo que tú siempre te has negado. Tú estás para un periodismo más serio», palabras que constan en la grabación que presenté al área de auditoría de esa empresa y en el noticiero del periodista Luis Cárdenas. Audio en el que dicho productor sin reparo también explica que necesita a alguien que pueda «hacer a su modo» y que sea más de espectáculo, ignorando que Los Protagonistas es un programa que a lo largo de los años se ha consolidado por su escencia periodística.
Decidí denunciar esto porque la violencia contra la mujer es alarmante e inaceptable. Porque no debemos esperar a que nos violen o nos maten para tomar acción. Los feminicidios, que están a la orden del día en todos los niveles, son cometidos por sujetos que odian a la mujer, sujetos que comenzaron ejerciendo violencia de género.
Que un productor quiera utilizar a una mujer como anzuelo para ganar rating es alarmante, porque manda un mensaje negativo y peligroso al colocar a una mujer, a un ser humano, como un simple objeto de ornato. Ya basta de violencia contra la mujer, basta ya de leer que las violaron y las mataron; basta de ofrecerlas como trozos de carne en una cadena con alcance internacional.
Comparto mi caso para que a otras persona no les suceda, para que denuncien y alcen la voz, porque es la única manera de erradicar estas bajas prácticas. También para que se refuercen los derechos laborales para todos, sin importar género o preferencia sexual, para que sean tratados por igual, sin discriminación, con respeto y valorando el profesionalismo. Lamentablemente en este país, cualquiera amparado por un cargo puede correrte sin causales laborales de por medio y pasar tranquilamente por encima de tus derechos. El miedo solo es cómplice de tus agresores.
https://www.vice.com/es_mx/article/xwaxq7/yotambien-me-despidieron-de-azteca-deportes-por-no-mostrar-mas-piel