El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, tiene el gusto por agarrar el micrófono y soltarse la lengua con declaraciones que siempre dan de qué hablar. Un pequeño ejemplo: alguna vez, ya había dicho que quería ser “el nuevo Hitler” —Si, enserio—. También, él mismo fue el que pidió que “le dispararan si se convertía en dictador”. Así se las gasta este jefe de Estado, que todavía no lleva ni dos años en el poder.
Ahora, en su frase reprochable del día, Duterte le ordenó a sus soldados que no maten a las mujeres rebeldes, en lugar de eso, les pidió que les “disparen en la vagina, así, sin vagina serán inútiles”.
Si, así textual. Bueno, no textual porque lo dijo en su idioma natal. En la transcripción oficial del evento, la palabra ‘vagina’ la cambiaron por unas ‘rayitas’ para ahorrarle el oso al señor Duterte, como si sirviera de algo. Además, como no era suficientes declaraciones por un día, aprovechó para amedrentar a todas las mujeres que luchan contra su gobierno:
“Van a pelear contra mí, yo tengo Fuerza Aérea. Mis soldados morirán pero me aseguraré de reciban sus beneficios; hospitales, pensiones, todo es gratis para ellos. También tengo Marina, tengo Rangers. Ustedes solo son presumidas. Ellos son jóvenes, 16, 17 años. No tienen nada mejor que hacer; morir no significa nada para ellos. Para ustedes y sus familias, solamente significa que los van a enterrar.”
Como en toda administración, el presidente de Filipinas cuenta con una serie de ‘Patiños’ que le solapan sus ‘chistosadas’. Ahora, fue el caso de Harry Roque, un vocero del jefe de Estado que pidió que los críticos se calmaran. “A veces, las feministas están exagerando”, empezó el señor Roque, “digo, eso fue chistoso. Vamos, solamente ríanse” para después pedir a la gente que intentaran “identificarse con el humor” de su presidente.
No es la primera vez que el presidente Duterte está en el ojo del huracán por una declaración de este estilo. En Mayo pasado, le ofreció a los soldados impunidad al violar a mujeres, pero “solamente a tres”. También, ya se había voluntariado para ser el primero en la fila de las violaciones que sufrió una misionera australiana antes de morir “porque era bella”. O podemos mencionar aquella vez que propuso dar 42 vírgenes para fomentar el turismo. O cuando felicitaría a cualquiera que se atreviera a violar a una Miss Universo. O peor aún, cuando ni siquiera está enterado de sus propias ‘disculpas’.
Ese es el presidente filipino, Rodrigo Duterte. Un presidente que desde 2016 se encuentra en una guerra contra rebeldes comunistas. También, es un presidente que tiene una “Guerra contra las Drogas” que ha costado miles de vidas y en la que se le ha acusado de falsificar evidencia para que la policía nacional justifique los asesinatos. Y ahora, es un presidente que le pide a sus soldados que “le disparen en la vagina” a las mujeres.
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