La ex pareja de su hermana, con quien acababa de terminar una relación, le disparó un balazo directo a la cabeza.
Gabriela Fernández fue asesinada en abril de 2017. La ex pareja de su hermana, con quien acababa de terminar una relación, le disparó un balazo directo a la cabeza. Murió de inmediato.
Gaby nació el 14 de noviembre de 1982. Era la hija mayor de Josefina y Rubén, y hermana de Lucy, Irma y Ana. La vida dio un vuelco en esta familia cuando Rubén, farmacéutico, fue asesinado en 1997 en el sitio que más amaba: su farmacia. A pesar de llevar muy buenas calificaciones, Gaby decidió dejar la preparatoria para apoyar a su madre y sacar adelante a sus tres hermanas menores.
Gaby era madre de tres niñas y un niño. “Vivía para ellos y su farmacia, era la mujer más entregada, además estaba alerta de nosotras”, me cuenta su madre Josefina. Más tarde se separaron: Irma y Ana se fueron a vivir a Estados Unidos junto a su madre Josefina. Lucy y Gaby se quedaron en el Estado de México.
Gaby se casó con Alberto —con quien tuvo dos hijas—, pero tiempo después se separaron. Lucía, por su parte, conoció a Israel Valentín, quien era hermano de Alberto. La relación que llevaban Lucía e Israel fue muy violenta. Muchas veces Lucy acudió en busca de apoyo con Gaby, ya que su hermana mayor siempre estaba para ella. Fueron muchos años de violencia y aunque Lucía trataba de escapar, siempre regresaba a él.
El 8 de abril de 2017, Israel golpeó a Lucy. Ese fue el momento en que Lucia, cansada de malos tratos y apoyada por Gaby, decidió alejarse definitivamente de Israel.
Al día siguiente las hermanas se dirigían a casa de Gaby en una camioneta. Gabriela llevaba a su bebé en brazos y las acompañaban los hijos de Lucy e Israel. Al lugar llegó Israel y el tiempo se quedó interrumpido. Israel caminó directo a la camioneta y le disparó a Gaby un balazo directo a la cabeza. Murió de inmediato.
Actualmente dos de los hijos de Gaby viven con su padre Alberto, hermano del presunto asesino, y los otros dos con el padre del más pequeño. La familia de Israel ha hecho todo porque el sujeto no sea detenido. A más de un año, Israel sigue prófugo, la familia se rompió y el temor es latente. “Tengo miedo de que busque a Lucy y también la asesine”, me cuenta Josefina.
La impunidad sigue siendo el pan nuestro de cada día. Muchas veces me han preguntado: “¿Por qué crece la cifra de feminicidios en el país” y creo que la respuesta es clara. La cifra crece porque se puede, porque las autoridades no trabajan, porque la impunidad impera en México y la sangre es el diario vivir de una sociedad dispersa, que se pierde y olvida porque los hechos la sumergen en esa espiral de violencia de la que es imposible salir.
“Gaby era una mujer que todo mundo quería. Tenía 34 años cuando Israel, sin miramiento alguno, le sesgó la vida. Le estorbaba para manipular a Lucy, le estorbaba para seguir ejerciendo control sobre ella y sentir que él, macho, mandaba sobre su mujer. Gaby era el impedimento para ello, por eso la asesinó”, me dijo Irma, quien fuera de este país, exige a las autoridades que actúen ya. “Lo único que queremos es justicia”.
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@FridaGuerrera
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