Alexandra había disfrutado de su vida, de su familia, de sus hijos. Un día le arrebataron la vida.
En el año 2003 Alexandra Castellanos Méndez conoció a Alberto Cardenas ‘N’, un hombre con buena apariencia, educado y amable. No dudó en enamorarse de él pues la aceptó con sus dos hijos. Tomaron la decisión de vivir juntos, él compró una casa en Zapopan, Jalisco. Todo iba bien.
Formaron una ‘familia’, sin embargo, su vida dio un giro. Alexandra no tenía permitido trabajar, no podía salir sola a la calle y tampoco podía visitar a su familia. Alberto no era el Alberto bueno que conoció era una hombre celoso, posesivo y violento.
Tenía arrebatos, le destrozaba la vida y las cosas. Golpeaba la pared, le rompía el celular, las tablets, un día tomó unas tijeras y le cortó todas sus chamarras y abrigos. Ella lo perdonó después, lo amaba, era el amor de su vida.
En 2014 se casaron, tenían ‘altas y bajas’, como todas la parejas. Las hermanas de Alex comenzaron a darse cuenta de que algo no andaba bien, ya no era la misma.
Con el tiempo la situación empeoró.
En varias ocasiones se separaron, él se iba de la casa, ella se iba de la casa, pero al final siempre regresaban porque ella lo amaba. En junio de 2017 los sentimientos se rompieron. El maltrato iba en aumento, le gritaba, la empujaba y la cacheteaba. Él se fue y esta vez sería la definitiva, ya no volvió aunque ella lo quería.
El amor se había convertido en una relación tormentosa. Ahora el peleaba la casa, quería sacarla de ahí. La corrió, la amenazó, le cortó la luz y el agua para que se fuera. Los vecinos se dieron cuenta de la agresividad de Alberto.
Teresa Méndez, madre de Alex intervino, apoyó a su hija y le pidió que lo demandara pero ello no quería, no por amor, sino por miedo. Alberto Cardenas ‘N’ es una persona influyente, conoce a políticos y se sentía protegido, esto provocaba miedo en Alex. Aún así ella se armó de valor y denunció.
En el mes de septiembre de 2017 dos ‘balas perdidas’ resonaron en la casa de Alexandra, en el fondo sabían que no eran perdidas iban para Alex pues estaba bajo amenaza. Alberto ya tenía otra relación, Catalina Hidalgo ‘N’ era su nueva pareja y querían la casa.
El 23 de diciembre del año pasado la vida de la familia Castellanos Mendez cambió definitivamente.
Enedina (amiga de Catalina) fue a buscar a Alex, le pidió que la acompañara a una reunión. ¿Por qué la amiga de la nueva pareja la invitaría? ¿Por qué Alex aceptó? ¿Qué mentira o amenaza le dijeron para que ella accediera a ir? No hay respuestas, nadie sabe.
El hijo de Alex le marcó por teléfono, ella dijo que no se preocupara, que iba con Enedina, que todo iba a estar bien y que luego le explicaba. Esta sería la última vez que escucharía la voz de su madre.
El 24 de diciembre a las 10 de la mañana, el teléfono de Teresa Méndez sonó, era su nieta, asustada, llorando, trató de explicarle que su madre no aparecía. Toda la familia se asustó. Fue hasta la 1 de la tarde que el teléfono volvió a sonar esta vez era la policía.
El cadáver de Alex fue encontrado en un coche. Todas sus pertenencias estaban con ella, no faltaba nada, estaba todo menos su vida. Tenía seis balazos en el tórax.
Al día siguiente el cadáver de Alexandra Castellanos Méndez fue entregado a la familia. Las autoridades cooperaron en el caso. Cuatro personas habrían paritcipado en el asesinato de Alex; Alberto Cardenas ‘N’ (expareja), Catalina (pareja de su expareja), Enedina (amiga de Catalina) y Juan (hermano de Catalina.
Desde el día de su muerte se investiga el caso, audiencias, averiguaciones y amparos. Hasta el momento no hay avances aunque los culpables permanecen detenidos.
Alex era la más pequeña de tres hermanas, era madre e hija, hoy ya no está, vive se recuerdo y las preguntas “¿Por qué decidió cargar con una cruz, ¿por qué permitió que le sucediera eso? ¿Por ser el amor de su vida? ¿Por qué? ¡Si alguien te quiere no te maltrata!”
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