El pasado lunes 15 de octubre de 2018, María Álvarez sufrió un ataco abordó de un taxi en Lerdo, Durango.
A las 7:30 de la mañana salió de su casa para dirigirse al colegio donde imparte clases, tenía muchos pendientes y sería le día que decoraría el salón de clases, en una bolsa cargó todo el material y tomó un taxi afuera de su casa.
Le dio las indicaciones al conductor, sin embargo, este la ignoró y tomó otra calles a María no se le hizo raro pues ese camino también la llevaría a su destino. Metros más adelante y en un segundo un sujeto abrió la puerta del lado contrario de ella, se subió la tomó del cuello y le dijo que le entregara sus pertenencias.
Sintió miedo, pero no gritó, el sujeto comenzó a lastimarla con un objeto que ella no pudo ver, le volvieron a pedir sus cosas, ella asustada dijo que no traía nada. En ese momento sacó el celular y aventó la funda de éste debajo del asiento del conductor diciendo “ahí está todo lo que traigo, ¿ya me pueden dejar ir?”. La respuesta fue negativa.
Un golpe en las costillas la dejó sin aire, pero gracias al destino, metros adelante había un tramo de calle con baches, el conductor tuvo que bajar la velocidad y María aprovechó para picarle los ojos a su atacante, abrió la puerta y salió huyendo.
Corrió unos metros, cuando vio que no la siguieron sacó su celular y le marcó a una amiga, por fin estaba a salvo.
Sus atacantes le causaron heridas superficiales en cuello, pómulo derecho y costillas. Se levantó una denuncia, sin embargo, no se puede hacer mucho pues ella no reconocería a su atacantes, el taxi y por supuesto no vio las placas.
María agradece estar bien, pero pide que se tenga cuidado, puestos hombres andan sueltos en acecho de otra víctima, y la próxima vez no se sabe qué puedan hacer.
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