Sí, trabajaba en un bar, sí, era mujer, sí, confió en un hombre, sí, fue a un motel y sí, era bailarina, pero no había razón para asesinarla, para abusar de ella, para abandonar su cuerpo en un motel. Nada justifica el feminicidio. Trabajaba como bailarina para ayudar a sus papás, pero no hay por qué revictimizarla, no olviden que un asesino anda suelto.
“Están diciendo muchas mentiras sobre mi hermanita”, esas fueron las palabras de Litzy cuando me puse en contacto con ella. Su hermana, Debanhi Sarahí Campbell Zárate murió el 15 de octubre de 2018, asesinada en un motel de Monterrey, Nuevo León.
Debanhi tenía miedo, Miguel Angel ‘N’ la tenía amenazada de muerte. “Si tú no eres mi novia te mato a ti y a tu familia”, días antes del asesinato le confesó a su madre lo que le había dicho. El viernes 12 de octubre tuvieron una fuerte pelea, discutieron porque se puso celoso de un amigo, le quitó el celular y se lo rompió. Debanhi no aguantaría esos tratos, lo quería, pero no así, decidió terminar la relación. Miguel tomó su casco, se subió a su moto y se fue. Llevaban cuatro meses de relación, conocía a su familia, lindo al principio, amable, mostró una cara y en el fondo era un monstruo.
El domingo 14 de octubre Debanhi salió de su casa a las 8 de la noche para dirigirse a su trabajo. Era bailarina en Desextres Bar. Tenía un hijo de siete años, así que tenía que conseguir dinero, no iba a diario al lugar, pero la necesidad y amor a su hijo la llevó a bailar. Le avisó a su mamá y a su hermana, pero su papá no sabía a qué se dedicaba.
Llegó al trabajo, sin embargo, no puedo avisarle a la familia pues no tenía celular.
El lunes 15 a las 4 de la mañana su madre se dio cuenta que no había llegado, estaba bien, cuando trabajaba llegaba a las 4:30. Cuando dieron las 5:30 comenzó la preocupación, siempre era puntal al llegar a casa con su hijo, María, su madre, le marcó a Litzy, pero ella tampoco sabía nada.
Ya no la volvieron a ver.
Preguntaron con amigas y amigos, pero nadie sabía nada. La angustia invadió a la familia, pasaron las horas y nada. En punto de las 6:20 de la tarde Litzy leyó en un grupo de Facebook que había encontrado el cuerpo de una joven en un motel, le comentó a su padres y Gustavo Campbel (papá), decidió ir al lugar.
La recamarera del motel había encontrado el cuerpo de una joven y la administración avisó a las autoridades. Cuando el padre de Debanhi llegó al lugar pensó todo menos encontrar a su hija, preguntó, pero no había posibilidad de reconocer el cuerpo pues no habían pertenencias de la joven.
Ingresó a la habitación y la escena fue fatal. Sí, era ella, su hija, la joven de apenas 24 años, la madre de un pequeño, Debanhi Sarahí Campbell se encontraba muerta dentro de la habitación de aquel motel ubicado en Carretera Laredo, municipio de Escobedo, Nuevo León.
La encontraron desnuda, irreconocible, con golpes en todo el cuerpo y la cara destrozada. Golpes en las costillas, la nariz desviada, el pómulo izquierdo hundido, una contusión en la frente, el cráneo fracturado, un ojo hinchado y la mitad de su dentadura deshecha.
No le bastó al asesino, se llevó todas su pertenencias, una mochila rosa, sus tenis, su short, su blusa y su maquillaje. Luego de golpearla de esa manera, la violó y la estranguló con el cable de sus tenazas para el cabello.
El padre de la joven no le reconoció la cara, gracias a dos tatuajes en su cuerpo pudo verificar que se trataba de su hija.
En el velorio su carita tuvo que ser maquillada, no la pudieron peinar pues su cráneo destrozado no permitía acomodar el cabello y el maquillaje de la funeraria no fue suficiente para tapar las heridas.
Ese mismo día la policía comenzó con las investigaciones, gracias un video del motel reconocieron el asesino. Había una pista falsa, en el baño de la habitación se leía “César M… fue”, Miguel Angel ‘N’ quería culpar a un amigo de la joven, sin embargo la información y las letras escritas con sangre de la joven fueron falsas, pues Miguel las escribió. En la grabación se le observa saliendo solo del motel con su casco y su moto. Desde el lunes 15 ya nadie volvió a saber de él, cerró sus redes sociales y no lo encontraron en su domicilio.
Miguel cumplió 22 años el 16 de octubre (un día después del asesinato), vive en Guadalupe, Monterrey y sus padres son dueños de Dulcerías La Colmena, tienen sucursales en Monterrey y Saltillo.
La policía del estado ya levantó el reporte y están en espera de la orden de aprehensión. La familia de Debanhi pide ayuda y justicia. Justicia porque deja un dolor grande en la familia, no pueden creer que haya muerto de esa manera tan dolorosa, aún no pueden asimilar la pérdida. Miguel se llevó gran parte de su vida, sabía que tenía un hijo y no le importó, Jair Alejandro pregunta por su madre.
Debanhi fue sepultada el 17 de octubre a las 5 de la tarde. Su muerte se convirtió en noticia nacional, los medios de comunicación dijeron “La chica del motel” y la “bailarina”, pero nadie habló de la forma tan despiadada en la que fue asesinada.
Estranguló a Debanhi en un motel con el cable de unas tenazas