Es una iniciativa para que las mujeres puedan pedir ayuda de otras cuando atraviesan una situación de emergencia. A raíz de la adhesión de un hombre hubo molestia y malentendidos en redes sociales
Un malentendido con una campaña feminista en redes sociales provocó en los últimos días una polémica que terminó dándole visibilidad a una iniciativa que incentiva la ayuda entre mujeres y se viralizó hasta llegar a otros países.
Se trata de la campaña #DameLaMano, que propone que cada mujer lleve en su muñeca una cinta o pulsera violeta que sirva como mensaje para otras mujeres ante una situación de emergencia. «Se me ocurrió la idea de usar un elemento visible para que si tenés miedo o estás incómoda porque alguien te sigue puedas tomar la mano de esa mujer que porta la cinta violeta para que ella pueda reaccionar y buscar ayuda», explicó a InfobaeAlejandra Muñoz, impulsora de la iniciativa. «No se trata ni de quedarse quietas ni de hacernos las heroicas sino de poder servir para buscar ayuda y multiplicar esa acción».
Alejandra, que es oriunda de Posadas, Misiones, y trabaja en marketing digital, contó que a raíz de la preocupación por los peligros que corren las mujeres en la calle tuvo esta idea y la publicó a través de su cuenta de Twitter (@mrsaouda), donde cosecha miles de seguidores, el 13 de octubre pasado.
«Todo empezó con un tuit que publiqué como cualquier otro pero que se viralizó enormemente. Me empezaron a escribir chicas de todos lados que les había gustado, me empezaron a pedir permiso para replicarlo y a contarme experiencias personales», dijo. «Pasó recién un mes y es impresionante la respuesta que tuvo. Me escribieron de Uruguay, Chile, Paraguay, México, de universidades donde pusieron carteles o hacían acciones con las cintas. Acá la CTA también hizo por ejemplo una jornada repartiéndolas. Casi siempre se generan cosas en Twitter que nacen y mueren ahí pero esto trascendió. Hasta de España me escribieron«.
Tras la amplia difusión, «pasó lo que siempre pasa», escribió Alejandra en su Facebook: un varón publicó una foto con la cinta y la consigna de la campaña. «Todas saltamos a decirle que no, que es NUESTRO movimiento, que no confiamos en hombres desconocidos porque sistemáticamente nos raptan, violan, asesinan», expuso.
Pero la captura de pantalla de la foto del brazo masculino con la cinta motivó la confusión entre quienes entendieron y difundieron que la campaña era impulsada por un hombre y un posterior debate sobre la pertinencia o no de esa propuesta.
A partir de todo el revuelo mediático que surgió, Alejandra salió a explicar cuál era la verdadera historia y esencia detrás de la iniciativa. «Fue rara la sensación de recibir tan buenos comentarios a pesar de que se replicó mal por todos lados. Pero me alegró un montón que la gente se puso la camiseta y saltó a defender la campaña», dijo.
«También se cruzó una barrera muy importante porque la campaña llegó también a las chicas de movimientos que están en contra del aborto. Está bueno haber encontrado eso sin buscarlo porque es algo para todas, para cuidarnos entre nosotras», concluyó Alejandra, que no descarta hacer un lanzamiento más oficial en sus redes para seguir replicando la idea que, en Twitter, Facebook e Instagram, ya cosecha miles de publicaciones a favor.