Mientras el promedio diario de mujeres asesinadas en México aumentó de 9 a 10 en enero pasado, las autoridades cancelan recursos para los albergues que atienden a víctimas de maltrato y promete a cambio recursos en efectivo
Ecatepec, Estado de México. Dos mujeres muertas en un solo día. Sus cuerpos abandonados en la calle. A una la mató su pareja de 5 balazos luego de una discusión. A la otra, quién sabe.
Además, otras 8 tal vez habrán sido asesinadas en el resto del país porque, en promedio, todos los días matan a 10 mujeres en México. Al menos eso dicen las estadísticas oficiales de enero de 2019, que rebasa el promedio de 9 de 2018.
El reporta de Información sobre violencia contra las mujeres, que elabora el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, da cuenta de todos los hechos de violencia de que fueron víctimas las mexicanas sólo en el primer mes de año.
Es escalofriante: 42 mujeres fueron secuestradas, hubo 112 carpetas de investigación abiertas por el delito de trata de personas en perjuicio de ellas y 12.579 recurrieron al número de emergencia 911 por violencia en el seno de la familia, es decir, 1.048 mujeres pidieron ayuda cada día de enero.
Las estadísticas nacionales apuntalan la advertencia de un estudio recién elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito: el mayor peligro que enfrentan las mujeres está en sus propios hogares, pues más de la mitad son asesinadas por su pareja o parientes cercanos.
Estos datos, sin embargo, no pesaron lo suficiente en el ánimo del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha decidido cambiar las reglas del juego para los albergues dedicados a atender a mujeres víctimas de violencia.
A estos, como antes a las estancias infantiles, decidió retirarles los recursos que entregaba el gobierno, porque no están a cargo de las autoridades, sino de organizaciones de la sociedad civil, y a todas les canceló la entrega de dinero público para llevar a cabo sus labores con al argumento de que hay detectadas irregularidades en la operación de algunas de estas.
Tanto para el caso de las estancias infantiles como para los refugios de mujeres la política en adelante será la entrega de dinero en efectivo: para las madres trabajadoras, en el caso de las estancias, y para las mujeres víctimas de violencia.
López Obrador confirmó esta decisión en su conferencia de prensa de este viernes, en la que anunció que la Secretaría de Gobernación será la encargada de entregar los recursos económicos de manera directa a las mujeres víctimas de violencia.
«Habrá recursos para las mujeres, todo lo que signifique hacer justicia es prioridad y no hay límite sobre los recursos que se requieran», dijo.
Frente a la inconformidad de organizaciones de la sociedad civil, que cuestionan estas decisión por considerar que afectan un modelo de atención de resultados probados, López Obrador afirmó que no habrá marcha atrás.
«No hay más estas transferencias, se terminan estas transferencias, nadie va a ejercer dinero de esta forma y las va apoyar Gobernación de manera directa», dijo.
Afirmó que actualmente hay más apoyos en beneficio de las mujeres que en el pasado, «y lo puedo probar».
El presidente aseguró que lo que único que cambia son los procedimientos, pues en lugar de darle presupuesto a una organización, «los recursos se entregan de manera directa a los beneficiarios».
Pero la Red Nacional de Refugios, que integran 41 albergues y 39 centros de atención externa, indicó que «las mujeres víctimas de violencias extremas requieren protección y apoyo inmediato porque su vida y la de sus hijos e hijas corren peligro real».
Por eso consideró que es una oferta fuera de la realidad proponer que acudan a una oficina a tramitar apoyo económico.
En general, explicó la red, las víctimas de violencia no denuncian ni acuden a instituciones de gobierno debido a que son revictimizadas y no se incide en sus condiciones para que las puedan superar.
«Los refugios subsanan algunas de las barreras que existen para que las mujeres reciban auxilio», anotó.
Por ello la red reiteró su petición de diálogo con López Obrador para exponerle cómo operan estos espacios de las organizaciones de la sociedad civil y que el mandatario escuche directamente a las mujeres que han sido violentadas y actualmente reciben atención integral en los refugios.
Además, pidió al gobierno federal rectificar la decisión de entregar de manera directa recursos económicos a mujeres víctimas de violencia, por considerar que vulnera el derecho a vivir sin violencia, además de que contraviene a tratados internacionales en esta materia.
«La estrategia de dar directamente los recursos a las víctimas es improcedente, pues no contribuye a la atención y erradicación de las violencias contras las mujeres y en todo caso repercutiría en aumentar la incidencia de feminicidios en corto plazo», consideró la organización.
Por lo pronto, dos mujeres más murieron en Ecatepec. Una de ellas en manos de su pareja, que le disparó cinco veces y la dejó muerta frente a su casa, mientras él huyó en su automóvil. La otra, golpeada y abandonada en el predio de un inmueble en construcción. Ninguna tuvo opción.