Distintas generaciones de universitarias han sufrido acoso de profesores en la máxima casa de estudios en México, pero sus denuncias rara vez derivan en sanciones
‘Me las cogía a todas’
“Si mis alumnas se vistieran como Britney Spears, me las cogía a todas”, fue uno de los comentarios que un profesor dirigió a sus alumnos durante la clase de Discurso Audiovisual en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
Tania fue la alumna en la que ese profesor centró su atención en la generación de 2012. En un inicio, nos cuenta la joven, el profesor le pidió que se encontraran en un espacio fuera de la escuela para un proyecto escolar grupal, en el que ella participaba y por el que mantenía contacto continuo con él.
Luego, el profesor le mandó fotos de mujeres y le decía que eran igual de bellas. Un día, la citó en el estacionamiento de la Facultad, donde le ofreció alcohol e intentó tocarla.
“Me citó en el estacionamiento a solas y llevó mezcal, me dijo que lo probara y lo probé, pero estaba muy insistente en que bebiera. Ese día llevaba una falda y me quiso empezar a agarrar la pierna y empezó a subirme la falda, pero lo frené”, cuenta Tania, hoy de 26 años.
Después de ese día, decidió denunciarlo ante las autoridades de la Facultad. Se reunió con sus compañeros de salón para comentarles lo que planeaba hacer, pero el apoyo fue casi nulo, solo una mujer del grupo se sumó, mientras que el resto de los compañeros argumentó que el profesor era “buena onda por sacar las chelas”. Finalmente, Tania desistió de denunciar.
El profesor que ofrece trabajo a alumnas vulnerables
En 2016, se hicieron públicos al menos tres casos de mujeres que acusaron de acoso a otro profesor, también docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, luego de que la revista digital La que arde promovió la campaña “Póngale nombre al macho”.
Magali, Ximena y Sonia acusaron al profesor de manipularlas y pedirles favores sexuales a cambio de trabajo en su empresa de consultoría. Todas coinciden en que el profesor se aprovechó de su necesidad económica.
“Por ese entonces yo necesitaba dinero para comer y él me había ofrecido un lugar como encuestadora temporal en su consultora política”, señaló Magali, exalumna de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“Yo también fui su alumna, incluso fui su adjunta y trabajé con él por más de dos años. Sí, también lo admiraba como profesor y también me buscó para colaborar con él cuando más necesitaba ese apoyo. No solo me acosó sexualmente durante todo ese tiempo, sino que también me hostigó laboralmente, como lo ha venido haciendo desde hace muchos años con varias de sus alumnas”, escribió Sonia en la revista digital.
“En todas sus trabajadoras buscaba un patrón: debían ser provenientes de zonas muy marginadas de la Ciudad de México y no tener lo que él llamaba ‘figura paterna’. Justificaba que las llamaba porque tenía un espíritu protector y sentía empatía con ellas, dado que habían vivido situaciones igual de difíciles que él”, recordó Ximena.
Actualmente, los profesores de los dos casos descritos ya no aparecen en el listado de profesores disponible en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
En agosto 2016, la UNAM comenzó a implementar un Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en la universidad y, de acuerdo con el segundo y más reciente reporte del programa, hasta junio de 2018 se habían presentado un total de 251 quejas en donde 256 personas habían sido señaladas como agresores.
Del total de las denuncias, 97.2% habían sido interpuestas por mujeres y el 97.2% de los acusados fueron hombres.
Pero el caso de Tania, Ximena, Sonia y Magali no son los únicos y el problema sigue latente.
El profesor que hostiga en redes
Marcela asegura que otro profesor, quien imparte la materia Géneros Periodísticos Interpretativos y El Cine como Cultura Audiovisual de la Facultad, comenzó a ignorarla luego de que ella pasó por alto sus comentarios y reacciones en redes sociales.
“Primero comenzó con mi amiga, a quien agregó a Facebook y le enviaba mensajes en las noches. No tardó mucho en hacer comentarios sobre lo que mi amiga subía a su Facebook», recuerda. Por ejemplo, si la alumna subía una foto, a la siguiente clase, el profesor comentaba algo en frente de todos, como qué bien se veía o si se había ido de vacaciones a la playa.
«Poco después, me pasó a mí. Lo agregué a Facebook y noté que le daba ‘Me encanta’ a mis fotografías durante las madrugadas. Como no le hice caso, comenzó a ignorar mis preguntas sobre temas académicos”, contó Marcela.
La joven asegura que el profesor tenía también actitudes machistas en el salón, donde cuestionaba a las mujeres por ir arregladas a clase y era tolerante con comentarios misóginos de los alumnos.
“Se ha salido con la suya porque sabe cómo encantar al alumnado y hacerse pasar como buena onda, además de sus contactos dentro de la Facultad”, asegura, “es un secreto a voces los casos de acoso por parte del profesor”.
‘Deseo que ahora sí me dejes enamorarte’
“Te ves muy guapa en tu foto” es solo uno de los mensajes que un profesor de la carrera de Administración Pública a una alumna de la FCPyS. Mónica relató a mexico.com que llegó a contactar al profesor para hacerle una consulta de tipo académico.
A partir de entonces, el profesor le dio su teléfono para que le llamara. «Cuando lo llegaba a encontrar, me llamó para invitarme a trabajar en la Cámara de Diputados, pero nunca le tomé la palabra”.
Cuando me lo llegaba a encontrar en el comedor de la Facultad, le hacía preguntas incómodas como: “¿para ti importa la edad en una relación?». O hacía comentarios de su buena situación económica y de la buena posición que tiene en la Cámara de Diputados, señala la joven. Al ser su contacto en redes sociales, el profesor llegó a enviarle mensajes como «deseo que ahora sí me dejes enamorarte”.
Las denuncias rara vez derivan en una sanción
De acuerdo con datos de la UNAM, el 78% de las alumnas que presentaron una queja por posibles hechos de violencia de género son de nivel licenciatura, mientras que el 71.3% de presuntos agresores se ubica en este nivel.
En su último Informe sobre la Implementación del Protocolo para la Atención de Casos de Violencia de Género en al UNAM, de los 256 presuntos agresores, solo el 4.6%, 10 casos, acabaron en sanción o rescisión de contrato, detalla el documento elaborado por la Oficina de la Abogada de la UNAM.
De los casos que se describen de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, uno de los profesores se encuentra dando clases en el actual semestre. mexico.com preguntó el lunes a la UNAM, a través del área de Comunicación Social, si conoce de estos casos y si los profesores están activos.
La UNAM no ha dado una respuesta a la solicitud de entrevista sobre cómo ha socializado su protocolo de acoso sexual entre la comunidad universitaria y tampoco ha aclarado si ha recibido denuncias en contra de los cuatro profesores, cuyos nombres se omiten por la presunción de inocencia.
