“¡Papá, papá: por favor, respóndeme! ¡Le acaba de pasar algo muy malo a mi mamá!”, clamó la pequeña María en un audio desgarrador que grabó mientras vecinos acuchillaban a su madre en el patio común de su casa, en la colonia Buenavista de la Alcaldía Iztapalapa, Ciudad de México.
Berta Luz Salazar, 25 años de edad, había sido asesinada presuntamente por cinco vecinos, tres mujeres y dos hombres, la tarde del pasado 2 de agosto. El alarido de la pequeña no pudo llegar al receptor, hasta dos días después. El teléfono de la víctima se había quedado sin saldo.
El asesinato ocurrió frente a los hijos de la víctima: un niño y una niña, de 7 y 5 años de edad, respectivamente.
Eduardo Hilario Luz Gómez, padre de Berta, al igual que su yerno Daniel, esposo de Berta, exigieron una investigación a fondo y con todos los protocolos establecidos para que se esclarezca el caso y se haga justicia “no queremos que quede impune”, dijeron.
En la Ciudad de México, durante los primeros seis meses del año, se reportaron al menos 107 asesinatos de mujeres, de los cuales, solo 18 casos son investigados como feminicidios, de acuerdo a cifras presentadas por el SESNP.
En tanto que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México reporta en su portal de datos abiertos sólo 57 mujeres asesinadas, de las cuales, 7 fueron clasificadas como feminicidios, 35 homicidios dolosos por arma de fuego, 7 homicidios con arma blanca, 4 homicidios a golpes.
En la Alcaldía de Iztapalapa se tienen abiertas al menos 995 carpetas de investigación por el delito de homicidio doloso desde el 2015 a junio de 2019, de acuerdo a datos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad. En los últimos cuatro años y medios, se han abierto solo 25 carpetas de investigación por el delito de feminicidio.
Sólo en el primer semestre del presente año, se reportaron al menos 208 asesinatos contra hombres y mujeres en la zona, de los cuales 151 fueron cometidos con arma de fuego, 30 con arma blanca, 15 a golpes, 11 clasificados como homicidios intencionales, así como sólo dos carpetas son investigadas como feminicidios.
Berta era ama de casa y “su mayor objetivo era sacar adelante a sus hijos, a sus nietos”, comentó el señor Hilario Luz. La tarde del 2 de agosto, la madre regresaba a su casa junto con sus dos hijos. En el traslado hablaba por teléfono vía WhatsApp con su esposo, Daniel, sin embargo, la comunicación se cortó. Eran alrededor de las 6 de la tarde.
BERTA Y EL ASESINATO
“Mi yerno dice que mantenían comunicación por WhatsApp cuando Berta le informó que estaba en casa de su suegra, pero ya iba camino a casa, ubicada a solo unas cuadras, para preparar la cena, pero mi hija ya no contestó”, platicó el padre.
La joven madre arribó a su domicilio y su bicicleta en el patio común, un área compartida por varios cuartos y departamentos de lugar. Daniel, el esposo, narró –con base al testimonio de sus hijos– que Berta entró a su casa, sacó unos trastes y se puso a lavar en el patio común.
“La vecina Ana Laura acompañada de sus hijas, Alondra y Daniela, se fueron contra mi esposa y la agredieron verbalmente. Ana Laura le asestó una puñalada en el tórax y sus hijas la empiezan a golpear”, relató su el esposo de la víctima.
Berta intentó defenderse, pero dos hombres, identificados como Rafael y Brandon, la sujetaron de brazos y pies para que las otras dos mujeres siguieran lesionando con el arma blanca.
La mujer cayó al suelo severamente herida, fue entonces que “Rafael R.L, el esposo de Ana Laura, puso su pie sobre el abdomen de la víctima y lo presionaba. Él la pisaba y la sangre brotaba con más velocidad y fuerza”, relató el esposo de Berta.
El hijo de Berta intentó ayudar a su mamá y con una escoba trató de quitar a Rafael, pero el sujeto lo golpeó y empujó, de acuerdo a la versión de la familia de la víctima.
Eduardo Luz, padre de la víctima, citó el testimonio de uno de sus nietos:
“Mi mamá estaba gritando que la ayudaran cuando el señor la pisó de su panza, para que saliera el chorro de sangre”.
La hija de Berta se escabulló y rápido sacó de entre las ropas el celular de su madre fue en ese momento en que grabó el llamado de auxilio a su padre, sin embargo, el teléfono ya no contaba con saldo ni datos suficientes, por lo que la nota de voz no se envió a tiempo.
“Ella grabó el audio a las 6:30 pm, para mala fortuna se le acabó el saldo a mi esposa y no salió el audio, no pude escucharlo a tiempo”, explicó su esposo.
La familia de la víctima denunció que, además, una mujer identificada como Rosa, la dueña de la vivienda donde la víctima y su familia rentaba, observó el crimen, pero no intervino para apoyar a la víctima, fue su hijo quien corrió a dar aviso a la madre de Berta.
“El niño, el hijo de la dueña de la casa le fue a decir a mi ex esposa que ya habían matado a su hija, que su tía había matado a Berta”, recordó Eduardo Hilario.
Eduardo Luz, el padre de Berta, coincide en que fue el hijo de la casera quien acudió a dar aviso a la madre de la víctima.
La madre de Berta –cuando arribó a la escena– encontró a la mujer desangrándose, desnuda de la cintura hacia arriba, y con una cobija. La madre pidió apoyo médico y llamó a su cuñado.
Una ambulancia llegó al lugar, trasladó a la mujer a un nosocomio, pero la víctima murió en el traslado.
Daniel, su esposo, relató: “Yo ya no alcance a llegar ni a mi casa ni al hospital, me cambiaban la ubicación hasta que ya me dijeron que fuera directo periciales a reconocerla, la dejaron destrozada, muy golpeada con una herida abierta completamente en el ante brazo desde la mano hasta el codo, otra igual por el lado de la costilla desde la cintura hasta la espalda media y un hoyo muy profundo a la altura de la boca del estómago que fue el que le quitó la vida”.
Al momento en que la pareja de Berta regresó a su casa en compañía de policías, los presuntos responsables habían huido y la escena del crimen había sido limpiada. El arma con que se cometió el crimen se la llevaron.
LAS IRREGULARIDADES
Eduardo Luz, padre la víctima denunció que la investigación del crimen cuenta con varias irregularidades, y que “pese a todas las pruebas” aún no se ha librado la orden de aprehensión contra los cincos sospechosos.
Un entrevistado acusó que una de las principales irregularidades es que la escena de crimen no fue acordonada de manera inmediata, sino hasta días después, y con ello les dieron tiempo a los sospechosos a limpiar la escena del crimen.
“Hubo muchas irregularidades en todo. Yo tengo entendido que cuando hay un asesinato, llega la patrulla y acordonan todo, pero en el caso de mi hija nunca acordonaron nada. Eduardo dice que no se explica porque las autoridades no acordonaron la escena”.
El padre agregó que otra de las irregularidades es que al parecer “desapareció”, la declaración que hizo inicialmente la madre de Bertha “todo lo que declaró, lo hicieron perdidizo, y en la declaración solo aparece lo mío, y lo que declaró la dueña de la casa”.
“A mi yerno le dijeron inicialmente que él no podía dar declaración porque no era el papá legítimo de mis nietos, o sea, que hicieron un mega relajo, y hasta ahorita estamos esperando las ordenes de aprehensión, y hasta ahorita, ya son 20 días y nada”, dijo.
La familia considera que, por no preservar la escena del crimen, se perdió evidencias vitales para el proceso penal, entre ellas, el arma del delito.
Los peritos se presentaron como 14 días después de que sucedieron los hechos, comentó el padre.
“Pero para ese entonces, los mismos de ahí lavaron toda la sangre. Se supone que, si había una patrulla, los policías no debieron permitir que limpiaran todo, pero nunca apareció la patrulla, y como tenemos el periódico, ahí aparece que patrulla estaba. Además, difundieron todo el caso a conveniencia de los mismos asesinos”.
La familia la víctima teme que la falta de evidencia afecte todo el proceso y su acceso a la justicia.
El hombre señala el daño ya irreparable a sus nietos, pero es necesario que al menos tengan justicia.
“Las autoridades hasta ahorita no nos dan respuesta de nada. Pues de qué se trata, a poco quieren que haga uno justicia por su propia mano?”, reprochó.
Y añadió: “Mis nietos todavía se despiertan llorando y aterrorizados, yo creo que por el recuerdo de lo que pasó. No es justo. Nosotros lo único que queremos y pedimos es justicia”.
La familia de la víctima también solicitó la colaboración de la sociedad, que, en caso de reconocer y ubicar a los sospechosos de informes a las autoridades para su pronta captura.
