Actualmente hay 20 alertas de género activas en México, mientras que una segunda para Ciudad de México, por violencia contra las mujeres en la capital, se encuentra en litigio entre organizaciones sociales promotoras y la Conavim.
Al reconocer que las alertas de violencia de género no han logrado detener los feminicidios y otras agresiones contra las mujeres en el país, Candelaria Ochoa, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), urgió a reformar el mecanismo y a realizar un análisis contextual sobre la violencia que viven las mujeres en los estados.
Durante el foro La Alerta de Violencia de Género en México, organizado por la Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México y otros organismos defensores, la funcionaria detalló que desde abril pasado han propuesto a la Cámara de Diputados reformas para obligar a los estados, municipios y a la Federación a coordinar esfuerzos para aplicar debidamente las alertas de género, establecer mayores sanciones contra las autoridades omisas y generar indicadores sobre las alertas en los estados.
Cabe señalar que actualmente hay 20 alertas de género activas en México, mientras que una segunda para Ciudad de México, por violencia contra las mujeres en la capital, se encuentra en litigio entre organizaciones sociales promotoras y la Conavim, órgano desconcentrado de la Secretaría de Gobernación.
Sobre el tema, Candelaria Ochoa defendió que no hay resistencia para que se aplique la alerta en Ciudad de México, sino que el argumento para interponer un recurso contra la orden de un juez para aplicarla en la capital es que “las peticionarias no pueden ser juez y parte”.
“Las que pidieron la alerta no pueden ser al mismo tiempo las que vigilan la alerta en el grupo de trabajo y además quienes trabajan para el Estado con algunos estudios”, sostuvo.
Otra de las propuestas de la comisión que se encarga de diseñar la política nacional para la erradicación de la violencia contra las mujeres es crear la contraloría de las alertas, al asegurar que tanto en estados como en municipios existen programas que no están enfocados en prevenir y atender la violencia contra las mujeres, y que por tal razón se les debe dar seguimiento.
“Había programas como cortar el pasto. (Eso) era atender la alerta de violencia de género. O poner un foco en la calle (…) Deben ser acciones de prevención que sean serias, para que la gente sepa lo que es la alerta de violencia de género”, explicó.
En relación con el análisis del contexto territorial de las alertas de violencia de género, la Conavim argumentó que su importancia gira sobre que la violencia es diferente en cada entidad, y con su estudio se podrá realmente evaluar si las alertas de género han disminuido la violencia contra las mujeres.
“Hay estados donde no se contabilizan (los feminicidios), como en Baja California Sur, donde no hay cifras”, pese a que se ordenó por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que toda muerte violenta contra las mujeres se debe considerar feminicidio.
Veracruz, en cambio, es uno de los estados donde todo homicidio doloso lo investigan como feminicidio, por lo que cuenta con las cifras más altas de este delito, dijo.
“El feminicidio se presenta en distintos estados de manera diferente. Por eso el análisis del contexto y territorial lo tenemos que hacer para obligarnos a focalizar el trabajo de las alertas”.
Otra medida para fortalecer el mecanismo de erradicación de la violencia contra las mujeres se enfoca en homologar en el Código Penal Federal el delito de feminicidio y agregar agravantes para que las autoridades sean sancionadas por omisiones en la aplicación de las alertas.
La titular de la comisión también reconoció que no es suficiente la alerta de género para terminar con los feminicidios, por lo que insistió en que se deben revisar, “porque si tenemos alertas desde hace cuatro años significa que no han funcionado”. En el evento, Eréndira Cruzvillegas, cuarta visitadora de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, destacó que es importante recuperar las agendas y valorar la participación de los organismos autónomos en todos los trabajos a favor de las mujeres y contra la violencia.