María Fernanda Cervantes Fernández, de 17 años, fue asesinada a golpes el 26 de agosto de 2018 y su cuerpo fue dejado desnudo sobre un andador en la colonia CTM Risco, en la Alcaldía Gustavo A. Madero. Mario Alberto Islas, el agresor, hoy fue sentenciado.
“Para lo que le hizo a mi hija yo quería que la pena fuera la máxima, que son 50 años, pero de lo malo lo bueno, yo ahorita estoy tranquila porque yo sé que ese maldito ya no va a salir en 35 años”, expresó Claudia Fernández, madre de la víctima.
Mario Alberto Islas Campuzano, de 28 años, fue sentenciado a 35 años de prisión por el feminicidio de María Fernanda Cervantes Fernández, estudiante de la Licenciatura de Criminalística en la Universidad de Ecatepec.
Un día antes de lo que habría sido el cumpleaños número 19 de María Fernanda, el Tribunal de juicio oral en la Ciudad de México declaró culpable a Mario Alberto y hoy, en una audiencia de individualización de pena, el poder judicial fijó que el agresor deberá pasar 35 años en la cárcel.
Claudia Fernández, madre de María Fernanda, consideró que la penalidad es baja y lo lamentó pues, como la mayoría de las madres, quería que el feminicida obtuviera la máxima. No obstante, dijo, la sentencia ahora le da tranquilidad “porque yo ya sé que ese maldito en 35 años no va a salir a seguir haciendo más daño”.
La madre explicó que los jueces fallaron sólo 35 años porque el Ministerio Público pidió ese plazo como castigo. Lo solicitó a inicio del proceso para juicio oral, antes de allegarse a mayores datos de prueba, comentó Claudia Fernández.
Agregó que incluso los jueces consideraron que la sentencia debería de ser mayor, pero que no la otorgaron bajo el argumento que acataban a la penalidad solicitada por el MP.
“Desde un principio ellos [Fiscalía] pidieron los 35 años de prisión y ahora los jueces dijeron ‘para nosotros era más, pero el MP lo pidió y se le respeto’. El MP quiso revocar, para que fueran 50 años de prisión, pero ya no se pudo. Es más, en días anterior me estaban diciendo a que si revocábamos a que lo juzgaran por homicidio y no por feminicidio, pero yo les dije que no. Me aferré. También mi asesor jurídico dijo que no. Esto es feminicidio porque tiene todo para acreditar el delito de feminicidio”, narró la madre de la víctima.
Las declaraciones de cinco testigos fueron parte de las pruebas contundentes para acreditar la responsabilidad de Mario Islas en el crimen: , recordó la madre.
María Fernanda Cervantes Fernández tenía 17 años y estudiaba la Licenciatura en Criminalística: quería resolver crímenes. Pero fue justo la violencia que ella quería investigar lo que arrebató la vida. La menor de edad fue asesinada a golpes y su cuerpo fue dejado desnudo sobre un andador en la colonia CTM Risco de la Alcaldía Gustavo Madero, Ciudad de México, el 26 de agosto de 2018.
María Fernanda cursaba el tercer semestre en la Licenciatura de Criminalística en la Universidad de Ecatepec. Además, era una joven muy deportista: tenía el grado de cinta negra en Tae Kwon Do y regularmente asistía al gimnasio ubicado en el mismo edificio donde trabaja la madre.
“Su sueño era terminar su Licenciatura en Criminalística. Era una chica muy seria, no se metía en problemas, casi no salía a fiestas. Era demasiado tímida”, narró la mamá en entrevista con SinEmbargo.
EL ASESINATO
María Fernanda vivía con su madre en Ecatepec, Estado de México, pero los fines de semana los pasaba en casa de su padre, ubicada en la colonia CTM Risco en la Alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.
“El sábado él [padre] mandaba por ella y hasta el domingo regresaba conmigo”, agrega la mujer.
El viernes 24 de agosto de 2018, María Fernanda salió de casa de manera normal rumbo a la vivienda de su padre. “Esa fue la última vez que la vi”, recuerdÓ Claudia. La menor de tres hijos, llegó con bien a casa de su padre y ahí estuvo hasta el sábado. Ese día salió alrededor de las 12 de la noche.
“Le pidió permiso a su papá para salir a la tienda, que está en la esquina de la casa. Él le dio permiso y ella salió, pero ya no regresó”, añadió la entrevistada.
La hermana mayor de la universitaria, al ver que ya había transcurrido el tiempo y no regresaba a casa, le marcó y ella le contestó que iba de regreso; pero no fue así.
La madrugada del domingo 26 de agosto de 2018 fue localizado el cuerpo de María Fernanda en un andador de la colonia. Tenía múltiples golpes en su cara y cuerpo, que dejaron en la zona totalmente desnudo. Medios de comunicación que reportaron el hallazgo indicaban que los vecinos que hallaron a la menor, colocaron una sombrilla para tapar un poco el cuerpo que estaba irreconocible.
“Mi hija estaba desnuda por completo en un andador. La golpearon en todo el cuerpo”, dijo Claudia. Una ambulancia llegó al lugar para trasladarla a un hospital, pero la jovencita murió en el trayecto.
Claudia fue notificada que la menor había aparecido en un hospital el domingo por la noche, pero “no me habían dicho que ella había fallecido. Hasta que llegué al hospital”, recordó.
LOS TESTIMONIOS FUERON CLAVE
El testimonio de cinco jóvenes permitió establecer que María Fernanda asistió a una reunión en un inmueble ubicado muy cerca de la casa de su padre y que fue agredida por un Mario “N”, la madrugada del domingo 26 de agosto.
Claudia Fernández comentó que su hija al parecer estuvo en esa reunión hasta las 3 de la mañana, cuando tomó sus cosas y dijo que ya se retiraba.
“El tipo estuvo con ella hasta las 3, más o menos, no sé decirte horas exactas porque yo no estuve. Dicen que mi hija se salió y que este sujeto se salió con ella, que porque supuestamente la iba a dejar a la casa [de su papá]”, relató la madre de la víctima.
Claudia platica que, de acuerdo a los datos proporcionados por testigos, el hombre regresó a la reunión sudoroso, despeinado y nervioso.
“Los muchachos le preguntaron que si ya había ido a dejar a la niña [a sí se referían a María Fernanda] y él les respondió que sí”. Pero en ese momento sonó el teléfono de la menor en el pantalón del hombre, era una de las llamadas que hacía la hermana mayor de María Fernanda, cuando estaba buscándola.
Los jóvenes que estaban en la reunión cuestionaron a Mario por qué traía el teléfono de la menor y él respondió que ella se “había echado a correr y se lo había dado”. Después, el hombre sólo agarró su teléfono, porque lo había dejado cargando en la casa de los chicos y se retiró.
“Cuando los chicos se enteraron de que una niña había aparecido golpeada y desnuda, fueron a declarar ante las autoridades”, relató la mamá de la jovencita.
El 11 de octubre de 2018, dos meses después del crimen, elementos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJE-CdMx) detuvieron por medio de una orden de aprehensión a Mario, quien fue vinculado a proceso por el delito de feminicidio.
Los cuatro testimonios que aseguraron que él llevó a mi hija a su casa a una reunión, otro testigo, que vio cuando él la sacó de la reunión, presuntamente porque ya la iba a llevar a su casa, y otro testigo directo, que lo observó cuando la estaba golpeando, fueron las pruebas para que los jueces acreditaran el crimen, reiteró la madre.