La letra incluye parte del himno de la policía chilena para señalar con ironía su brutalidad y remarcar las acusaciones de violencia sexual contra manifestantes. “Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero”, reza una estrofa.
Son cuatro amigas de Valparaíso, se presentan en Instagram como un “colectivo interdisciplinario de mujeres” llamado Lastesis, y fueron las creadoras de la aplaudida y viralizada intervención “Un violador en tu camino”, que representaron unas 200 mujeres en varios espacios públicos de Santiago en el marco del Día mundial contra la violencia machista. Con los ojos vendados y a ritmo de una base electrónica, bailan y cantan la letra todas a una:
“El patriarcado es un juez que nos juzga por nacer. Y nuestro castigo es la violencia que ya ves: es femicidio, impunidad para mi asesino, es desaparición, es la violación”.
Daffne Valdés, Sibila Sotomayor, Paula Cometa y Lea Cáceres, todas de 31 años, decidieron ocupar el espacio público para visibilizar, con una fórmula de alto impacto y provocación, la violencia estructural que viven las mujeres en Chile (y en el mundo) y que desde hace más de 40 días, con el contexto del estallido social, se ha agudizado de forma notable, con varias denuncias que acusan a militares o carabineros de haber cometido actos de violencia sexual durante el transcurso de las protestas en el país.
Las cuatro mujeres –vinculadas al mundo de las artes escénicas, el diseño, la historia y el diseño de vestuario– convocaron a través de Instagram a “mujeres y disidencias” e invitaron a quienes quisieran acompañar sin intervenir a “asistir como círculo de contención/campo de fuerza”.
Para participar bastaba sólo la convicción feminista que defiende el mensaje del texto y vestirse con “atuendo de noche/fiesta (‘glam’, brillo, flúor, lo que para ustedes sea nocturno), llevar una venda negra translúcida (ej. gasa, red, malla) y la letra de la canción impresa y/o aprendida”. Para facilitar el ensayo, difundieron el enlace de unas imágenes de la performance en YouTube.
“Había visto el video de lo que habían hecho en Valparaíso y me llamó mucho la atención, lo encontré muy bueno. Cuando vi que lo harían en Santiago pensé ‘ese es mi momento’”. Lo explica Natalia Muñoz, una estudiante de Derecho de 21 años que el lunes no dudó en responder al llamado de Lastesis.
“No siempre tengo la posibilidad de participar en las actividades del movimiento feminista, así que creí que era una muy buena oportunidad para eso”, añade. Hoy se muestra “totalmente impresionada” de la repercusión y el apoyo que ha tendido la iniciativa artística.
El lunes 25, la joven llegó a las 13:00 horas al punto indicado, la Escuela de Teatro de la Universidad Mayor. “Me sorprendió la cantidad de mujeres y personas de la disidencia sexual que había”, cuenta.
Tras pasar una hora practicando la canción y el baile, explica, salieron a representarlo en distintos espacios de la ciudad: en el Paseo Ahumada, en pleno centro; frente a los Tribunales de Justicia; a las puertas del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género para interpelar a la ministra Isabel Plá, cuyo rol ha sido muy cuestionado durante las protestas; en la Plaza de Armas, justo delante de la catedral; y fuera de la Primera Comisaría de Santiago, donde las mujeres recibieron varias bombas lacrimógenas de los policías al finalizar su intervención.
“Donde más gente nos vio fue en Paseo Ahumada y en la Plaza de Armas”, relata Natalia. “La gente nos apoyaba, y muchas mujeres nos dieron las gracias. No faltó el tipo que nos dijo: ‘¿Qué se creen ustedes?’, pero nadie lo pescó’”, continúa. Recuerda que en cada punto de la ciudad donde actuaron, había mucha gente grabando y que, en todas las representaciones, la parte de la letra que más aplausos y alboroto despertó siempre fue la que apuntaba a las instituciones y al Estado:
“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres tú. Son los ‘pacos’ [carabineros], son los jueces, el Estado, el presidente. El Estado opresor es un macho violador”.
Desde el primer momento en que lo leyó, Natalia pensó que este fragmento era “directo, potente y muy emplazador”. La receta, además de las palabras, fueron los gestos, el vestuario y la venda negra en los ojos de todas las participantes. “Esa tela significaba que no nos representábamos a nosotras mismas, de forma individual, sino también a las que ya no están y a las que han sufrido violaciones de sus derechos por parte del Estado. Servía para representar al resto de las mujeres”, precisa la joven. La última estrofa de la canción es un extracto literal del himno de los carabineros de Chile:
“Duerme tranquila, niña inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero”.
“La cita es un llamado de atención directa a los carabineros, que están utilizando la violencia sexual para amedrentarnos, porque obviamente el miedo de salir a la calle de las mujeres y las disidencias es algo del cotidiano. Pero hoy, con el estallido social, está el miedo no solo que te lleven detenida, sino además de torturas, desnudamientos y un sinfín de cosas que están denunciadas y que el Gobierno rechaza abiertamente”, explica Daffne en otra entrevista.
El éxito y la repercusión de la performance en Chile, América Latina y buena parte del mundo ha sido tal que Lastesis han convocado una nueva puesta en escena en el espacio público para el viernes 29 de noviembre. Ahora, pero, la invitación es para que grupos de mujeres y disidencias se organicen en sus territorios y preparen su propia versión “idealmente restando y/o incorporando elementos”, propone el colectivo. Lastesis quiere descentralizar la iniciativa, esparcirla y contagiar su feminismo. Su deseo es ahora “que el mensaje sea escuchado por, desde y para todos los territorios”.