Lizbeth Mendoza Gómez, es recordada por su mamá como una niña tranquila, era seria pero muy amorosa y expresiva, con su mirada le hacía sentir mucha calma, fue su primera hija, una niña muy amada.
En el año 2015 Lizbeth contrajo matrimonio con Rubén, estaba enamorada, como lo hace cualquier personal que decide formalizar una relación, con el objetivo de compartir un proyecto de vida, sintiéndose segura de la persona que le había demostrado ser, de sus sentimientos por él y siendo correspondida, de su relación nació un pequeño que era todo el mundo de Liz.
Con el paso del tiempo, Rubén se mostró controlador, celoso, problemático, actitudes que laboralmente no le permitían estabilizarse, por lo contrario, era violento, esa violencia arrebato la vida de Liz.
El 7 de julio de 2018, la policía se presentó en casa de Juanita, mamá de Liz, le pedían que fuera por su nieto, de casi dos años, porque estaba llorando mucho y su hija no estaba, Rubén la había llevado a una clínica, según su versión los habían asaltado, actualmente él se encuentra detenido como el probable responsable del feminicidio de Lizbeth. Juanita hoy forma parte de estas Voces de la Ausencia, que todos los días la extraña, la necesita, la ama.
Querida Liz.
Llegó y pasó Navidad, para mí ninguna de estas fechas es importante por qué ya no estás, porque dos navidades un cobarde te arrebató para siempre de mí vida.
Aunque no estaban a mi lado siempre enviabas un mensaje deseándonos los más hermosos deseos, me sentía feliz de saber que eras feliz, esa era mi tranquilidad.
Pero desde tu partida nada tiene sentido ya no encuentro que celebrar porque tu ausencia me duele por siempre, aunque esté a mi lado tu hijo, tus hermanas, mi pareja y familia nada es igual. Este vacío que dejaste nada lo podrá llenar ninguna celebración volverá hacer igual. Tu forma de ser sinigual, con tus cantos, tus bromas yo nunca mis oídos volverán escuchar, me haces tanta falta mi flaca ya no disfrutaremos ninguna fecha como navidad; tú mi pequeña Liz te llevaste mi alegría contigo sólo puedo decir que allá donde estés con Dios puedas disfrutar la Navidad, los cumpleaños y que tú pidas a papá Dios, que nos bendiga a toda tu familia y en especial a tu hijo le haces tanta falta.
Hace unos días me dijo. Mamá Juana cómprame unas alas porque quiero ser un Ángel, y poder volar hasta el cielo y volver a ver a mi mamá y tú también mamá cómprate unas para ir los dos en los dos. Eso me rompió en llanto como anhela volver escuchar tu voz.
Te ama por siempre tú mamá.
enero 2020
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