El pasado jueves 29 de octubre, Erika Karina Altamirano Maciel, fue secuestrada en Caborca, Sonora. Ese mismo día, en la noche, su cuerpo fue localizado dentro de su auto calcinado. La noche del 2 de noviembre, la Fiscalía General de Justicia de Sonora dio a conocer que habían detenido a su feminicida.
El feminicidio de Erika Karina
La madre de Erika Karina perdió contacto con su hija alrededor de las 12:05 horas del 27 de octubre. Posteriormente recibió un mensaje que le exigía 200 mil pesos ya que su hija estaba secuestrada.
La Fiscalía General de Justicia de Sonora se movilizó para localizar a la joven. A las 20:40 horas del mismo día, encontraron el auto de Erika Karina con restos óseos calcinados y objetos que pertenecían a la víctima. Entre esas pertenencias estaba una cadena con la imagen de medio corazón y la letra “E”, una pulsera con la leyenda “Erika”, un celular, entre otros.
Tras los análisis de laboratorio correspondientes, descubrieron que los restos pertenecían a la joven de 27 años.
Los testigos presenciales declararon que vieron a un hombre en el asiento de copiloto. Los vieron discutir acaloradamente, pero creyeron que se trataba de una discusión de pareja.
Las pesquisas terminaron por arrojar al responsable del feminicidio de Erika Karina: Jonatan ‘N’, su compañero de trabajo.
Un intento de asalto que terminó en tragedia
De acuerdo con el testimonio del propio Jonatan ‘N’, luego de su detención, abordó el carro de la víctima para que le diera un “aventón”, luego de haber visto que Erika Karina se había detenido en un banco.
Procedió a amenazarla y amedrentarla para que le diera el dinero. Tras la discusión, la obligó a conducir hasta el basurero al norte de la ciudad. Ahí, el sujeto la asfixió hasta quitarle la vida. Buscando borrar la evidencia, quemó el auto prendiendo fuego a una sudadera.
Posteriormente, se trasladó a un negocio de telefonía para comprar un celular y exigir el dinero del rescato a la madre de Erika Karina. Buscaba desviar las investigaciones. No obstantes, ante las evidencias, Jonatan ‘N’, oriundo de la Ciudad de México, aceptó su culpabilidad y recibió una sentencia de 50 años de prisión.