Colectivos feministas apoyaron a la presunta víctima de violencia de género
Uno de los socios de una taquería de la Narvarte en la Ciudad de México (CDMX) fue señalado por violencia de género. En la puerta del local colocaron un letrero en el que aseguraban este sujeto habría golpeado a su pareja sentimental.
Presuntamente el ataque habría ocurrido el 16 de septiembre en un sitio ubicado en la misma demarcación, Brenda interrogó a Omar “N”, socio de la la taquería Los primos, localizada en la colonia Narvarte en Benito Juárez. La joven quería saber dónde había pasado la noche anterior, pues no había llegado a su casa.
Según el testimonio de la joven, Omar “N” llegó a su casa a las dos y media de la madrugada. Una vez que ella lo cuestionó él comenzó a gritarle y a insultarla. Incluso le aseguró que no tenía por qué hacerlo.
“Él llegó a la casa como a las dos y media de la madrugada (..) al cuestionarle, en ese momento empezó a gritar y a insultarme. Tal cual, mencionó que yo no tenía ningún derecho de cuestionarle, porque al final de cuentas él sí, pero yo no (tengo derecho)”, dijo en entrevista con Excélsior.
Posteriormente, el hombre le arrojó una botella de suero en la cara. La chica intentó recoger sus pertenencias para salir de la casa. No obstante, el la sujetó y la azotó contra las escaleras, luego se encerró en una habitación del tercer piso, sitio en el que guarda una pistola. Por su parte, la joven se encerró en una habitación del segundo piso.
“empecé a hacer llamadas (..) escucho que abre y cierra un cajón. En ese momento temí por mi vida, porque en la casa teníamos una pistola, y yo seguí marcando, pero como era la madrugada del 15 para el 16 (de septiembre), pues nadie me contestaba. Se escucha que va a bajar y en ese momento finjo una llamada con mi mamá”, explicó la joven.
Cuando la joven intentó presentar la denuncia correspondiente en el Centro de Justicia Para Mujeres de Azcapotzalco, una mujer intentó disuadirla. La licenciada Marlene Sánchez Olmos le recomendó no abrir la carpeta de investigación. La presunta víctima asegura que ella sólo quiere sentirse segura. Algunos colectivos feministas colocaron letreros en el local del presunto agresor. En estos lo señalaron como un hombre que ejerce violencia de género.
