La culpa NO es mía | Tejer la búsqueda
En México a las mujeres las desaparecen. No sólo es una, son 18 mil mujeres desaparecidas. ¿A dónde han ido? ¿Quién se las ha llevado? Desaparecen en secuestros, algunas son sustraídas para ser explotadas con fines de trata de personas, otras más son víctimas de feminicidios. Esas mujeres, en su ausencia, no son abandonadas, las están buscando imparablemente.
Las madres, hijas y hermanas de las desaparecidas han creado colectivos de búsqueda y han conformado grupos de autocuidado para no romperse en la incansable labor.
Tejer la búsqueda cuenta la historia de Rosa Hilda, madre de Dulce Yamelí González. Ella y su hija fueron secuestradas en Tamaulipas en mayo de 2012. Rosa Hilda logró escapar pero desconoce el paradero de Dulce Yamelí. Desde entonces dedica cada minuto a buscar a su hija. Rosa Hilda es una de las voces más poderosas en Tamaulipas y trabaja con otras 300 mujeres que buscan a sus desaparecidos.
Angélica también busca a su hija Viridiana Anahí Morales Rodríguez. Ella desapareció un fin de semana mientras acampaba con su esposo en el Estado de México. Ocho años de investigación han llevado a Angélica a pensar que su hija está viva y es víctima de trata de personas. Desde su desaparición no ha dejado de buscarla y ha tenido que pagar un precio muy alto física y emocionalmente. Tras una crisis por estrés encontró en el arte una forma de cuidar su estado emocional y así mantener la fuerza para seguir la búsqueda.
